Hablar de la comida de una región es hablar de su historia, su desarrollo cultural, de sus raíces y hasta de su presente y su futuro.
Un plato que sin lugar a dudas distingue a los Llanos Orientales de Colombia es la mamona, que no es una carne cualquiera sino que tiene una preparación especial para que adquiera ese sabor característico que prácticamente solo se aprecia cuando se está en la región.
Jesús Benavides es el Presidente de la Asociación de Asaderos del Meta (Asoasaderos) y contó que los indígenas evangelizados por los jesuitas aprendieron el manejo del ganado y del caballo (recordó que las misiones jesuitas fueron las que establecieron las primeras ganaderías en Colombia). La ganadería extensiva y las necesidades de controlar grandes extensiones de tierra, generaron muchos conflictos con los indígenas transformando sus raíces culturales. (Lea: Especial: mamona, tungos y hayacas, tradición llanera en Navidad)
“Indudablemente que nuestra mamona a la llanera es una costumbre derivada del asado de una res al aire libre, que practicaban los españoles para alimentarse en esas largas travesías a medida que abarcaban territorios para dominar los llanos”, recordó Benavides.
Según una cita gastronómica que proporcionó la historiadora Inés Quintero que había sido narrada por uno de los legionarios británicos que lucharon de nuestro lado contra España, el capitán inglés Cowe quien en un libro relata toda una vivencia de cómo se realizaba esta tarea.