La situación que deben enfrentar los lecheros del país no es alentadora. Hay regiones donde tanto los ‘jarreros’ como las empresas no recogen la leche, otras zonas donde el aprovechamiento de las vitaminas del lácteo los tiene camino a la quiebra, mientras que en puntos más apartados la falta de las vías terciarias ha hecho que el precio que recibe el productor sea cada vez menor.