Con esta certificación los productores cárnicos y lácteos tienen abiertas las puertas para exportar sus productos a otros mercados libres de fiebre aftosa con o sin vacunación, lo que significa que este ya deja de ser un impedimento para ofertar en los diferentes países que también ostentan el estatus.
“Pero el país está expuesto diariamente a la reinfección porque tanto Venezuela como Ecuador son países endémicos y los controles y la vigilancia para evitar el ingreso de animales afectados o portadores de la enfermedad son muy débiles. Además la presencia de ganaderos y sobretodo de comerciantes inescrupulosos aumentan el riesgo para el ingreso de la enfermedad”, explica Ismael Zúñiga, subgerente de Salud y Bienestar Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán.