Para los ganaderos y expertos en el tema no existe ninguna duda: el descorne es una práctica que puede resultar muy traumática para las reses -por el dolor que causa- a tal punto de llegar a afectar la productividad de un hato. Pero los avances de la medicina veterinaria y el desarrollo de equipos, acompañados de buenas prácticas, hacen que los ganaderos no tengan excusas llevar a cabo este procedimiento en el momento preciso y sin generar complicaciones.