A casi todo el mundo le gusta comerse un buen pedazo de carne, no importa si es en un asado, en un buen restaurante o en la comidad de su hogar. Siempre resultará un placer consumir un corte fino de carne de res, encontrar una adecuada textura, jugos y sabores para el difrute del paladar; lo que casi nadie suele hacer es preguntarse el ganado de donde proviene, el proceso que lo llevó a terminar en su plato y mucho menos los costos en los que incurre el productor para ofrecerle eso que se va a consumir.