Evaluar la condición corporal de las hembras, monitorear el desarrollo de los terneros y garantizar una nutrición de calidad en el hato, son fundamentos que sumados a avanzadas técnicas de de reproducción, pueden llegar a aumentar los índices de preñez entre un 30% y un 70% al año.
Hacer que las hembras sean capaces de parir un becerro cada año es la meta anhelada por todos los ganaderos, no solo del país, sino de todo el mundo. Para garantizar buenos índices de preñez, los productores deben estar atentos a varios aspectos y aunque suene paradójico, no solamente a los reproductivos.