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Martillo por casualidad pero de vocación: la historia de Mauricio Vélez

Foto: instagram.com/velezmauri/

La trayectoria de Vélez destaca por su versatilidad: desde la ganadería y la herrería profesional hasta la televisión. Hoy en día es uno de los martilleros más prestigiosos en subastas.

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"Volví como martillo para ser parte de la historia de la ganadería en Colombia": Mauricio Vélez

por: Angie Barbosa- 31 de Diciembre 1969

En solo tres años, Mauricio Vélez ha convertido su empresa GX7 Hacienda Bruselas en una de las ganaderías élite de Asocebú. Hijo del productor Santiago Vélez, Mauricio no solo ha retomado con fuerza su papel como martillo en subastas, sino que también honra el legado familiar apostándole a la calidad genética del brahman en los Llanos Orientales.

En solo tres años, Mauricio Vélez ha convertido su empresa GX7 Hacienda Bruselas en una de las ganaderías élite de Asocebú. Hijo del productor Santiago Vélez, Mauricio no solo ha retomado con fuerza su papel como martillo en subastas, sino que también honra el legado familiar apostándole a la calidad genética del brahman en los Llanos Orientales.


Mauricio Vélez nunca planeó ser martillo, pero el destino —y una voz ronca en una subasta— lo empujaron al estrado. Tres décadas después, tras una carrera que ha pasado por la herrería profesional, la televisión y la ganadería, hoy vuelve a escena como uno de los martillos más reconocidos en las subastas de genética bovina.

Al frente de GX7 Hacienda Bruselas, y con el legado de su padre como guía, Vélez ha logrado posicionar su ganadería entre las más destacadas del país, demostrando que la pasión, cuando se hereda y se trabaja, sí da frutos.


Comencemos por la historia de su ganadería. ¿Cómo inició Hacienda Bruselas?


Mi padre, Santiago Vélez, fundador de la Hacienda Bruselas, en los años 60 empezó a formar su ganadería Hacienda Bruselas en los Llanos Orientales. (Lea en CONtexto ganadero: Famosos que invierten en ganadería: de Mauricio Vélez al actor de Superman Henry Cavill)

Eso hace que nosotros, digo nosotros porque somos siete hermanos, nos interesáramos todos por la ganadería, porque tuvimos la posibilidad de estar al lado de mi papá trabajando en su ganadería. Hoy en día, somos considerados como una de las ganaderías más antiguas del Llano, de hecho, el eslogan de mi papá era: “Somos pioneros en el mejoramiento de la raza Cebú en los Llanos Orientales”.

Actualmente, la ganadería que se llamaba GX3 Hacienda Bruselas, está dividida en dos segmentos. Uno de los segmentos se llama GX3 Brahman, que es de un hermano Juan que vive en Estados Unidos. Y la otra se llama GX7 Hacienda Bruselas, que es la mía.


¿Qué razas de ganado manejan?


Nosotros inicialmente arrancamos con el Brahman puro. Mi papá, en los años 70, fue de los pioneros en traer toros de los Estados Unidos y fue fundador de la Asociación Jersey de Colombia junto con Luis Alberto Noguera. Hicieron una importación de ganado Jersey a Colombia, convirtiéndose en los pioneros.

En la actualidad, tengo un núcleo muy pequeño de vacas Jersey, pero las uso para cruzarlas y tener animales doble propósito, para ser receptoras especiales, particularmente con Red Sindhi.

Yo estoy enfocado única y exclusivamente en producir Brahman de calidad para que la genética de los Llanos Orientales siga sobresaliendo y sea uno de los proveedores más importantes de carne a nivel de Colombia.


Pero además de ganadero, también es martillo. ¿Cómo fue esa historia?


En los años 90 iban a inaugurar un hotel muy importante en Girardot, así que iban a hacer un remate en la playa del Hotel La Gomera, El Peñón, y trajeron un martillo, tal vez el papá de todos los martillos de Colombia: el Dr. Roberto Heinshon. Estaba estrenando aire acondicionado, se quedó sin voz para el otro día.

Y al otro día, cuando estaba ahí, me dijo: “Cachetón, venga, me ayuda”. Le ayudé. Él hablaba muy ronco, muy disfónico, y yo le ayudé. Él me decía lo que tenía que decir y yo le ayudaba. Después de eso, empecé a acompañarlo a otras subastas, a ayudarle y ahí empezó mi carrera como martillo.

Alcancé a estar en algunas de las ferias locales, en Malocas, hice la feria de Neiva y una feria nacional, estuve muchas veces en Puerto López. Trabajaba en llave con un martillo extraordinario del Eje Cafetero que se llama Luis Eduardo Emura. En esa época había tres martillos muy famosos que trabajaban en llave, y nos convertimos en su competencia.

Empezó una competencia que no era tan agradable, y mi papá me dijo: “Hombre, no se metan en eso, haga lo suyo, siga con sus caballos, y si va a ser martillo, pues martille remates de caballos.” Y siendo martillo de remates de caballos, tuve el honor de vender y hacer los remates más importantes del criadero Gran Dinastía, algunos remates importantes de la Margarita del Ocho. Vendí a Cónsul, por ejemplo, un potro joven que vendimos en un remate y, a la vuelta de un año, quedó campeón mundial.

Luego viene la televisión y dije: “Ya no hay tiempo para esto.” Pero cuando dividimos el hato ganadero y arranqué con Hacienda Bruselas GX7, dije: “Voy a retomar ser martillo”, y llevo 3 años en algunas de las subastas más importantes del país. En este momento, haciendo dupla con una de las personas que más sabe de ganado en Colombia, que se llama Jorge Andrés Moreno.


¿Y cómo le ha ido desde que retomó esa labor de martillo?


Es extraordinario. A mí me encanta. Creo que es un ejercicio fantástico. La emoción que uno le pone, poder lograr un milloncito más, 500.000 pesos más.

Cuando hay un fuerte deseo por un animal, es muy emocionante ver cómo uno saca todo lo que ha invertido en conocimientos y en habilidades, en términos de televisión, de actuación, de humor, para ver cómo uno puede hacer que el animal llegue lo más lejos posible en términos de precio.

Tengo el gusto de, en estos 3 años, haber vendido el toro nelore más valorado en Colombia. Hace poco llegamos de otra subasta importante de nelore, la vaca más valorada en Colombia.

Es muy interesante ser parte de la historia de la ganadería como martillo, y hoy en día, con el tema de las redes sociales y que la gente se entera tan rápido de todos los buenos acontecimientos, es muy agradable. Soy parte de esa historia que se está escribiendo con esta nueva forma de comercializar los ganados.


Hablando de las subastas, ¿cómo ve el panorama de las ferias de exposición?


A raíz de la pandemia, la manera de comercializar los ganados se tornó muy interesante. De hecho, hay muchos operadores de subasta: Subacasanare, en los Llanos Orientales, Sugaberrío, Subastar, Sugamedio. Hay muchas casas comerciales que se han dedicado y tienen sus sedes y domicilios. Se ha convertido en una garantía para quienes compran y para quienes venden ganado el tema de llevar sus ejemplares a las subastas. Además, marcan un destino en el precio del ganado.

Dependiendo de cómo estuvo el ganado en la subasta el miércoles en Caucasia, o cómo estuvo en Puerto López, o en Montería, o en Puerto Berrío, la gente negocia sus ejemplares en las fincas. Y creo que es una alternativa extraordinaria.


¿Hay suficientes martillos en Colombia o cree que deberían formarse más?


Creo que hay bastantes, particularmente en las subastas de ganado gordo y en las subastas de ganado comercial. Hay muchos profesionales extraordinarios, gente muy buena que sabe hacer muy bien el trabajo, y ellos mismos han venido incursionando en las ventas de ganados especializados, en ganado puro de las diferentes razas. Lo hacen muy bien y creo que hay mercado para todos, clientes para todos y posibilidades para todos. Es una oferta laboral interesante.


¿Cuándo será su próxima subasta?


El 11 de abril tenemos una subasta muy importante: la quinta versión del Gyr de Colombia, que se realizará en Corferias. Esperamos batir muchos récords allí. (Lea en CONtexto ganadero:

Luego, el 3 de mayo, se llevará a cabo otra subasta de gran relevancia: Fusión para el Llano 2. Esta subasta la ayudé a crear junto con dos ganaderías muy reconocidas en Colombia: R2 Ganadería y Agroganadería del Nuz.

El 16 de mayo tenemos una subasta en Medellín que se llama "Con Sabor a Ganado". Después de eso viene la feria de Puerto Berrío, una de las ferias más importantes del país. En junio, se llevará a cabo una subasta increíble en la ciudad de Bucaramanga de dos grandes ganaderías que todo el mundo está esperando con muchísima ansiedad: RD Ganadería y El Cristal.

Después llegarán dos remates importantes del Brahman rojo en Colombia, uno en septiembre, que hace la ganadería Montecarlo y el otro en noviembre que es Pasión por el Brahman y el Gyr. La agenda está medianamente llena, y muy contentos de que eso suceda. Pero sin duda alguna, todavía caben otros cinco o seis remates para el segundo semestre.