La Comisión Quinta de la Cámara de Representantes fue el escenario de un debate de control político en donde se abordó con lujo de detalles la grave situación que vive este sector. Parlamentarios y gremios piden medidas urgentes que eviten la ruina de los pequeños productores.
La situación que atraviesan los lecheros colombianos no es nueva, lo que evidencia que las medidas adoptadas por el Gobierno son insuficientes y han dejado que el tiempo avance, la crisis de profundice y los impactos de los Tratados de Libre Comercio sean cada vez más nocivos para el sector. (Lea: 15 empresas importaron cerca del 80 % de la leche en polvo y demás lácteos)
Este martes se llevó a cabo un debate de control político en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes, evento que contó con la presencia del ministro de Agricultura, Rodolfo Zea; la viceministra de Industria y Comercio, Laura Valdivieso; la gerente general del ICA, Deyanira Barrero; representantes de los gremios como Fedegán, Analac y Asoleche, entre otras entidades.
La apertura de la actividad estuvo a cargo del representante de Santander, Ciro Fernández, quien hizo un completo análisis del sector lácteo colombiano, dejando claro que el consumo per cápita de leche en el país (152 litros) está por debajo de lo que sugiere FAO (170 litros), por lo que sugiere fortalecer el programa de compras públicas y enviar un mensaje fuerte a los estratos 1 y 2 para que allí aumente la ingesta de bebidas lácteas, en vez de apostar por las gaseosas.
Dentro de su ponencia, Fernández abordó un tema álgido: los lactosueros, los cuales han derivado investigaciones por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio, e incluso se han presentado sanciones a empresas que pretendieron engañar a los colombianos a través de este derivado y quisieron hacerlo ver como un producto lácteo. (Informe: 8 años del TLC con EE.UU.: 161 000 t de lácteos importadas, cero de carne exportadas)
“Hay muchos desafíos en materia láctea, como son el rezago frente a la productividad, la elevada dispersión en la productividad nacional, la ausencia de una institucionalidad robusta y un apoyo significativo, el alto impacto social de la asociatividad y el impacto de la cadena en los asuntos ambientales, sociales y de uso eficiente del suelo. En todos ellos es necesario trabajar”, sugirió el parlamentario santandereano.
Fernández le pidió a los miembros del Gobierno compromiso con el campo, ya que considera que el sector lechero reclama acciones definitivas.
Por su parte, Teresa Henríquez Rosero, representante por Nariño, mostró un panorama aún más desolador. En su departamento muchos pequeños productores están recibiendo pagos irrisorios por un litro de leche ($500 y $600), lo cual no solo los lleva a la ruina sino que las elevadas importaciones de lácteos, el costo de los insumos, la ausencia de vías y fenómenos como el contrabando los está terminando de enterrar. (Lea: En 3 meses de 2020 se importaron más de 30 000 toneladas de lácteos)
La parlamentaria le pidió al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo implementar medidas urgentes para controlar el contrabando de leche en la frontera con Ecuador; mientras que a la cartera de Agricultura sugirió medidas más fuertes para contrarrestar la falta del control de precios, lo cual está castigando a los lecheros con tarifas mínimas que no se comparan con los valores que se pagan en otras zonas del país.
Además de Henríquez, hablaron otros parlamentarios como José Caicedo de Cundinamarca y César Eugenio Márquez de Antioquia, quienes coincidieron en que el país está sobrediagnosticado en materia lechera, pero se necesitan acciones puntales para combatir los efectos de los TLC suscritos con EE.UU y la UE, así como trabajar en vías terciarias y medidas para incrementar el consumo en los estratos 1 y 2.
Un fondo para combatir la informalidad
Así lo propuso José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), durante su intervención en el debate. El dirigente hizo énfasis en que el sector lechero es la representación de lo que denominó “dos Colombias”, una que le vende a las grandes procesadoras y otras en la que están los pequeños lecheros que no tienen cómo llegar a la industria. Esa segunda ‘Colombia’, es la mayoría, pues está compuesta por ganaderos con menos de 20 cabezas y son los que reciben $600 por litro de leche. (Lea: En 15 días se consumió el contingente arancelario de leche en polvo de EE. UU.)
El dirigente insistió en la necesidad de acercar al pequeño productor al procesamiento, pues el propósito es acabar esa inequidad que está llevando a la ruina al sector. Eso se logrará una vez haya competitividad en temas como transporte, vías rurales y mejores canales de comercialización.
“Por esa razón el sector ganadero está dispuesto a contribuir en un fondo que permita sacar de la informalidad, al año, más de 400 millones de litros para que con leches subsidiadas vayan a esos sectores populares. Tanta leche como la que hoy fue importada y que equivale a más de 48 000 toneladas que corresponden a 492 millones de litros que se dejaron de comprar a miles de pequeños ganaderos”, sugirió.
Lafaurie pidió esfuerzos para combatir la eventual lluvia de leche que vendrá de EE.UU y EU en los años 2026 y 2028, pues mientras esas importaciones serán crecientes, Colombia cada vez exporta menos productos lácteos a estos destinos. (Lea: ¿Qué dicen las importaciones de leche en polvo en los últimos 5 años?)