Aunque la reforma laboral todavía no ha empezado a discutirse, las observaciones a este proyecto siguen dándose desde diferentes sectores que ven falencias en la iniciativa.
Es el caso de la Federación Colombiana de Gestión Humana (ACRIP) que sugirió cambios que se deben hacer porque, considera, que “el texto actual no cobija a nuestra población más vulnerable que se encuentra en la informalidad”.
Según la agremiación de Gerentes de Recursos Humanos, la reforma laboral no tiene en cuenta algunas necesidades y requerimientos de empleados informales y desempleados, y hace mucho más complicado incentivar la formalización de las empresas.
Así mismo desconoce que la realidad de una mipyme no es igual a la de una empresa grande, por lo que se requieren de regulaciones diferentes según los tamaños de las compañías.
También es importante reconocer la diversidad de regiones que tiene el país, cada una con sus necesidades y estructura productiva particular, por lo tanto la regulación excesiva impide la formalidad laboral, impidiendo el desarrollo del país fuera de las principales ciudades.
De igual manera, para la Federación, el texto de la reforma no cuenta con propuestas para el fortalecimiento del servicio de empleo que impulse la ruta de empleabilidad y la generación de nuevos puestos de trabajo, y tampoco contempla un seguro de desempleo, en un país que tiene las más altas tasas en la región en este tema. (Lea: Estos son los 10 puntos destacados de la reforma laboral según el gobierno)
Otro de los aspectos fundamentales que preocupan a ACRIP es que la reforma, como está planteada, puede generar unos sobrecostos entre el 12 % y el 20 %, que terminarán afectando la productividad y, por ende, generando mayor desempleo.
Según Gladys Vega, Presidenta del gremio, “estos sobrecostos implicarían que las empresas, para evitarlos, reduzcan sus plantas de personal o frenen la generación de nuevos empleos. Algo que impactaría por supuesto a los colombianos y aumentaría el desempleo, pero también afectaría la productividad de las empresas y el crecimiento económico, con un enorme riesgo de que esto desestimule la inversión extranjera”.
Otros también se quejan
Por su parte, la Asociación Colombiana de Empresas de Servicio Temporales (Acoset), señaló que ve con gran preocupación la confusión en la redacción y contradicción de los artículos y parágrafos relacionados con la tercerización laboral en el proyecto de reforma.
Seis puntos que confunden y afectan la actividad de las empresas de servicios temporales: Confusión en los artículos y parágrafos relacionados con la actividad derogando el objeto social exclusivo; prohibición de terminar contratos laborales; iguala condiciones de trabajadores de diferentes sectores económicos y condiciones laborales disimiles; altos costos en la utilización de la figura; se unifican las negociaciones colectivas; y, privilegia cooperativas de trabajo asociado dejando en desventaja otras formas de tercerización.
El primer impacto para el sector se presenta en la confusión del artículo 77 en el que contradice los parágrafos relacionados con la actividad de la tercerización laboral, yendo en contravía de la misma ley, al expresar que no pueden atender actividades permanentes y a renglón seguido, se afirma que solo deben atender actividades permanentes como los dispone los numerales 1, 2 y 3, del mismo artículo. (Lea: Razones por las cuales preocupa la reforma laboral a empresarios y comerciantes)
Para el presidente de Acoset, Miguel Pérez García, “el principal problema es la confusión y lo mal entendida que ha sido esta figura, cuando se habla de tercerización se debe especificar a qué clase de tercerización se habla, si por el contrario, se refiere a las empresas de servicios temporales, estas deben entenderse como la única figura legal para la formalización laboral estacional, la inclusión, la generación de empleo y fomento de nuevas oportunidades laborales, son empleadoras directas de sus trabajadores y garantizan todos sus derechos”.
El segundo gran impacto es que se desconoce el carácter de verdadero empleador que tiene por ley con sus trabajadores, siendo las únicas habilitadas para finalizar la relación laboral del trabajador en misión. “Sería el único empleador del país que no puede terminar un vínculo laboral, con esta rigidez expresada en la reforma, se acabaría la vía de la formalización de trabajadores flexibles, con todas las garantías de ley, y se acrecentarían los altos índices de informalidad que vive en el país”.
Igualmente considera que se asimila la relación comercial del usuario con la relación laboral de la empresa de servicios temporales con sus trabajadores y los de la empresa usuaria. “Esto hace prácticamente imposible su manejo en el universo de actividades económicas que las empresas de servicios temporales atienden, llevándolas a una situación de precariedad que por ende afectaría el 5 % del trabajo formal que generan las empresas de servicios temporales en Colombia”.
Estos efectos que traerían la reforma tal como está planteada desestimaría la contratación por las empresas de servicios temporales detonando una bomba de tiempo a la destrucción del empleo misional, la contratación por la vía legal, el fomento de nuevos empleos, la sostenibilidad empresarial y el dinamismo de la economía, advirtió Pérez.
“Ningún sector podrá resistir el sobrecosto que propone la reforma laboral, aquí resultará afectada la empleabilidad y los empresarios, sin contar las personas que se encuentran fuera del sistema laboral y las poblaciones desatendidas. Esto afectaría a un sector que por más de 50 años ha dado respuesta a la formalidad, e impulsado cientos de miles de empleos con todas las de la ley”, afirmó el dirigente gremial.