Eduardo Nates López, miembro de la junta directiva de Fedegán en el Valle, Cauca, Nariño y Putumayo, dejó ver su malestar con las importaciones en una columna de opinión publicada en El Nuevo Liberal del Cauca.
Apenas empezando el año, se llevó a cabo una movilización de protesta de los productores de leche colombianos frente a las absurdas cifras de importaciones de leche en polvo, la cual estuvo liderada por el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie. (Lea: Gremios ganaderos respaldaron el plantón contra las importaciones de leche)
En respaldo a este suceso, Eduaro Nates López, miembro de la junta directiva del gremio en representación por los ganaderos del Valle, Cauca, Nariño y Putumayo, enfocó su más reciente columna de opinión sobre esta problemática que afecta considerablemente al sector lechero.
En el espacio que tiene en El Nuevo Liberal, Nates lamentó que apenas empezando el 2022, ya habían llegado al país 6.494 toneladas de leche en polvo procedentes de Estados Unidos, para ser reconvertidas por la industria procesadora de leche.
“¡La angurria y la codicia de los procesadores (léase importadores) es tal que, en las cuatro primeras horas hábiles de 2022, se comieron el 45 % del cupo de todo el año, permitido sin arancel! No fueron capaces de terminar la noche de Año Nuevo sin dar rienda suelta a la ‘lujuria comercial’ de sus negocios”, criticó. (Lea: ¿Por qué los ganaderos se movilizan en contra de las importaciones de leche en polvo?)
El dirigente gremial recordó que Fedegán apeló a la salvaguardia, con el propósito de defender los intereses de los productores de leche. Sin embargo, la medida fue rechazada –a su juicio– con argumentos llenos de falacias.
“Los importadores llegan hasta a decir que en Colombia hay déficit de producción lechera, cuando la realidad es que a los pobres campesinos productores los dejan con las cantinas en las puertas de sus predios cuantas veces le da la gana. Son incontables las oportunidades en que el productor tiene que optar por convertir su leche en quesos y salir a rogar que se los compren, o simplemente botar la leche. Es obvio que, ante una leche en polvo importada, mucho mas barata que lo que tienen que pagarle al productor colombiano, se llenan de motivos y argumentos falsos, para defender su desenfreno agiotista”, argumentó.
Nates sostuvo en el texto que de nada sirve la existencia de una cláusula como la de la salvaguardia, si con o sin ella, el enfoque de la negociación en el caso de los TLC es es netamente mercantilista. (Lea: “Esta batalla no termina hoy”, dijo Lafaurie tras plantón en Cartagena)
“Lamentablemente, la historia nos tiene condenados a los productores agropecuarios a ser la ‘cenicienta del sector productivo’ cuando en otros países son los primeros beneficiados y protegidos. Quizás por eso cuando levantamos la mano tratando de evitar perjuicios reiterados, los del sector industrial de la leche y los insumos nos caen encima como lobos hambrientos defendiendo su presa importada, del grito de auxilio del campesino criollo”, remató.