Si bien la carne de res subió hasta 20,2% en 2022 (debido a múltiples factores, entre los que se encuentran los problemas en la cadena logística por la pandemia y el paro nacional en 2021), en 2023 la variación fue más moderada y solo registró un aumento promedio del 3,46 %, como apuntó Cubillos con cifras del DANE.

«Hasta marzo de 2024 el precio de la carne ha subido solo 0,16 %, es decir, ha estado muy estable. Con ese comportamiento y con el precio del novillo gordo, que ha estado estable hacia la baja, yo creería que no subiría más de 1 o 1,2 % al finalizar el año», detalló el economista en una entrevista para CONtexto ganadero.

Esto teniendo en cuenta la reciente prohibición temporal de importar carne de Estados Unidos, impuesta por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) debido al brote de gripe aviar en vacas lecheras de ese país. Para Cubillos no hay razón de que esta medida incida en el valor interno de la proteína, pues estas importaciones son muy pequeñas frente a la producción nacional.

«En 2023 Colombia importó desde Estados Unidos 7.059 toneladas de carne por valor de US$37,2 millones, lo que representa alrededor del 1% de la producción nacional de carne y vísceras. Un volumen tan pequeño no debería generar alza en los precios de la carne, pero no podemos desconocer que diferentes agentes del mercado solo buscan una razón para empezar a especular», explicó en su columna. (Lea en CONtexto ganadero: Ojo con la especulación en el precio de la carne)

Cubillos también precisó que el tipo de carne que se importa es cortes premium de determinadas razas, dirigidas a segmentos muy específicos de mercado con alto poder adquisitivo que corresponden al 6% de los consumidores del país. A esto se suma que Colombia cuenta con otros proveedores como Chile, Paraguay y Argentina, que podrían reemplazar la carne estadounidense que se deje de traer, mitigando así cualquier impacto en el mercado.

No obstante, Cubillos advierte que los especuladores podrían aprovechar la situación para buscar mayores ganancias y subir los precios injustificadamente. En ese caso, insta a los consumidores a denunciar ante las autoridades competentes, como la Superintendencia de Industria y Comercio o las secretarías de desarrollo económico municipales.

«Los comerciantes podrían aprovechar esta prohibición de importaciones para especular y decir que la carne tiene que subir, cuando no hay razones para hacerlo», dijo a El Colombiano. (Lea en CONtexto ganadero: Precios del ganado en 2024 y las positivas expectativas, según los expertos)

Cabe destacar que, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), algunos cortes populares como la falda han experimentado incrementos moderados en lo que va de año, mientras que otros como la cadera han incluso disminuido su precio. Por ello, Cubillos insiste en que no se debe responsabilizar al gremio de los ganaderos de las alzas en el valor de la carne, como siempre ha sido habitual.

«El sector ganadero no debe permitir que se le achaquen culpas de las malas prácticas de comercialización que otros realizan en el mercado: “la culpa no es de la vaca, la culpa sí es del especulador”», remató.