La falta de políticas públicas para el sector pecuario bovino, el desgobierno y la ausencia de autoridades agropecuarias, ha terminado impactando tanto a la cadena cárnica como a la láctea, señala el Informe de Coyuntura de Fedegán del primer semestre de 2017. Fedegán acaba de publicar el análisis de coyuntura del sector pecuario, preparado por la Oficina de Planeación. Oscar Cubillos, director de esta Oficina, advierte sobre la postración a que se ha llevado el sector las acciones del Gobierno. El análisis advierte adicionalmente sobre los peligros que se ciernen para la producción primaria la aprobación del precio competitivo en que se ha comprometido el Gobierno. A continuación se transcribe la introducción de dicho, informe. Posteriormente se publicará lo correspondiente a cada uno de los subsectores, leche, y carne, y el comercio exterior. Un semestre crítico El año 2017 ha resultado ser, por lo menos en sus primeros seis meses, uno de los periodos más críticos para la ganadería bovina colombiana en materia de cifras y resultados de los últimos años. Se ha hecho evidente la falta de políticas públicas para el sector, el desgobierno y la ausencia de autoridades agropecuarias, lo que ha terminado impactando tanto a la cadena cárnica como a la láctea. No se pueden desconocer los gravísimos perjuicios que se han ocasionado por la reintroducción de la fiebre aftosa en el territorio nacional, y que ha ocasionado la pérdida de varios mercados internacionales así como el desestimulo del nacional. Las estimaciones indican pérdidas por US$206 millones para 2017, y de US$317 millones en 2018, si el estatus sanitario de país libre de aftosa no es recuperado antes de finalizar 2018. En el caso del sector lácteo, el incremento en la oferta de leche solo le ha sido útil a la industria, pues terminó imponiendo sus condiciones sobre los productores primarios, disminuyéndoles el precio y las bonificaciones que por normatividad vigente debió pagar. A dicha situación se sumó la alta dinámica que registraron las importaciones de productos lácteos que le dieron aún más capacidad a la industria sobre su posición dominante, tanto así que el lobby de ésta sobre el Gobierno Nacional y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (que debería defender a los productores), tiene a las puertas de aprobación el Precio Competitivo de Exportación que solo beneficia a la gran industria lechera en total perjuicio de los productores. Se deben sumar, además, las difíciles condiciones en las que hoy avanza la producción en general. Menor consumo, mayores cargas tributarias, baja en los ingresos petroleros e ineficiente uso de los recursos públicos han desacelerado la economía de forma drástica. De allí que los resultados hayan registrado un crecimiento tan solo de 1,2% en el PIB del primer trimestre de 2017 y de 1,3% en el segundo trimestre. En el caso de la faena de animales en la ganadería bovina, el segundo trimestre de 2017 mostró una contracción de 6,1%, lo que continúa reflejando la grave problemática del sector ocasionada por el sacrificio ilegal de animales y el contrabando desde Venezuela. Mientras que la producción lechera registró un crecimiento de 17% en el segundo del año, pero que al compararse con el mismo periodo de 2016, en el que se presentó un fuerte fenómeno de El Niño, se evidencia que más que la producción haya crecido el presente año, resultó en grave decadencia en 2016.