La demanda por el seguro agropecuario en Colombia viene creciendo de manera importante, aunque todavía hay mucho camino por recorrer y más productores que se decidan a adquirirlo.

Según el presidente de Fasecolda, Gustavo Morales, “ya no hay excusas: existe el seguro, hay plata en el incentivo, el modelo paramétrico lo hace más barato y si con todo esto no lo adquiere es porque no se ha entendido bien de qué se trata el problema”.

Indicó que de un tiempo para acá, gracias a leyes de tres a cuatro años atrás, se introdujo dentro del mundo del seguro agropecuario, una modalidad que se llama el seguro paramétrico que permite abaratar mucho los costos porque no hay que verificar la ocurrencia del daño, por ejemplo no se debe comprobar que la lluvia le dañó la cosecha, basta con que haya ocurrido un indicador, por ejemplo que haya llovido una determinada cantidad de milímetros o que la sequía haya durado un determinado tiempo, o que la plaga haya sido de tal magnitud para que le paguen el seguro.

Eso ahorra muchos costos y por lo tanto se puede bajar el precio de la póliza con lo cual se da la posibilidad de masificar el seguro. A lo cual se debe sumar el subsidio que ofrece el gobierno al productor.

La siniestralidad está creciendo porque los fenómenos climáticos impactan, pero todavía está en niveles moderados, lo que quiere decir que la prima está bien calculada, “estamos en un 58-60 % de siniestralidad”, señaló el dirigente. (Lea en CONtexto ganadero: Con el seguro agropecuario proteja su inversión)

Evolución importante

Recordó que el seguro agropecuario es la historia de un milagro porque hace no muchos años nadie hablaba de ello, eso no existía, no había un ramo específico dedicado a eso. Ahora, en 2023, hay diez compañías de seguros en este ramo, un crecimiento casi que exponencial año a año y con grandes innovaciones.

El año pasado se cubrió a 27.000 productores con este tipo de seguro y este año la cifra asciende a 47.000, es decir, la cifra casi que se duplica y si se mantiene ese ritmo la cobertura va a ser muy grande.

Esto ha sido posible, en buena medida, gracias al apoyo de los diferentes gobiernos y a una política establecida por el Congreso de la República y de la cual Finagro, particularmente, ha sabido ser un buen administrador e implementador como es el incentivo al seguro agropecuario.

“A nosotros desde el sector asegurador nos complace mucho ser aliados y soporte de Finagro en esa política que consiste en que para que penetre cada vez más capas del sector rural y del sector agrario y que se sientan protegidas se ha creado un subsidio que se conoce como el Incentivo al Sector Agropecuario (ISA)”, indicó.

Esa es una muy buena política aunque dentro de algunos años habrá que eliminar ese subsidio porque la cultura del aseguramiento en las labores del campo habrá tomado fuerza, pero mientras tanto ha funcionado muy bien. (Lea en CONtexto ganadero: Gobierno subsidiará hasta el 95 % de la póliza del seguro agropecuario)

Este año 2023 el gobierno le asignó a ese incentivo una cifra récord, porque en un primer momento se definieron $96.000 millones y posteriormente, luego que se agotaron los primeros, se añadieron $40.000 millones más. De este último cupo todavía hay un porcentaje importante que está disponible para agricultores y ganaderos que quieran protegerse.

Tomarlo a tiempo

De acuerdo con Morales, algo que se debe tener claro es que no se puede salir a buscar el seguro cuando ya ha ocurrido el siniestro, esto con relación a fenómenos como El Niño o La Niña que afectan los cultivos y para lo cual se debe proteger con anticipación.

Ahora es más difícil comprar un seguro para protegerse de los riesgos de El Niño porque va a salir demasiado costoso o no se lo van a vender porque las aseguradoras tienen prohibido por ley vender seguros cuando ya es una certeza que va a ocurrir el siniestro.

En cambio, quienes adquirieron su seguro con anticipación pueden estar tranquilos porque “sus cosechas y su producción va a estar asegurada, pase lo que pase con el fenómeno de El Niño”.

Por eso, dijo, hay que hacer mucha pedagogía sobre el tema, pero no agricultor por agricultor o ganadero por ganadero, individualmente, sino a través de los gremios, las cooperativas, las asociaciones, las alcaldías, las gobernaciones, etc.

El desafío ahora es que tanto el gobierno nacional como las nuevas autoridades territoriales promuevan el seguro paramétrico no solo en el sector agropecuario sino en general, aunque con énfasis en la ruralidad, concluyó.