El pasado 10 de febrero el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, y el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Guillermo Botero, sostuvieron una reunión, en la cual se llegó a un acuerdo de compra de alimentos de las cadenas de supermercados a los campesinos.   Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, dijo en diálogo con CONtexto Ganadero que aunque la iniciativa es buena, valdría la pena que ambas partes tuvieran en cuenta la opinión de los campesinos, además de sus necesidades. Y aclaró que no fue invitado al encuentro. (Lea: Productores de leche y carne afectados por cuenta de los intermediarios)   “Se pueden hacer acuerdos generales de acercar a las grandes extensiones con los agricultores, pero para eso hay que fomentar asociatividad y empresas de comercialización, integradas por los agricultores, pero que sean otras personas quienes las gerencien, porque un campesino llevando 4 cargas de papa a un supermercado como Carulla, por ejemplo, es complicado. Tienen que estar los 3 actores involucrados, porque si no se verán a agricultores haciendo fila para entregar sus productos”, indicó el dirigente gremial.   Según el presidente de la SAC, también son necesarios los acopiadores, que provienen desde los mismos comercializadores, con el fin de reducir el nivel de intermediación. “Hay que acercar las grandes extensiones al agricultor, porque si no, no hay la menor posibilidad de ser exitoso”, apuntó.   Por ello, Mejía recordó que son necesarios intermediarios especializados en la gerencia de empresas, que sean personas capacitadas, ya que en el país hay personas o entidades que le dan el valor a lo que se compran y hay otros “que cogen su tajada sin darle el valor al producto”.   “Los precios justos son la solución para campesinos, comercializadores y consumidores. El productor tiene que tener rentabilidad y si no la tiene, no va a expandir su oferta, sino que la reduce y cambiará de actividad. El comercializador compra a un precio, más sus gastos de transporte, el tratamiento y la presentación del producto, ellos son los que establecen el precio al consumidor”, aclaró Mejía. (Lea: "Iragorri recurre a populismo para esconder incompetencia": A. Ibañez)   Para el dirigente de la SAC, la única forma de reducir los precios de los alimentos, a corto plazo, es mediante la generación de una buena oferta.   “Para garantizar que sea permanente se debe meter a la Bolsa Mercantil de Colombia, para hacer forwers de alimentos y que no por exceso de oferta, en un momento dado, se caigan los precios. Es decir, con esta herramienta se garantiza, a través de la comercializadora, la entrega de un producto en un precio, pero si se deja ese precio libre, si hay más oferta que demanda, se puede caer ese valor, con un forwer se mantiene el precio. Con este instrumento el agricultor puede vender hoy para entregar en el momento en el que la cosecha esté lista a un precio predeterminado por ambas partes. Ha funcionado para algodón y maíz”, aconsejó Mejía.