Si en 2008 se logró la comercialización de 148.000 toneladas y actualmente se envían al exterior unas 42.000 anuales, se tendría un diferencial de más de 100.000 toneladas para cubrir la demanda de carne de China.

Así lo destacó Óscar Cubillos Pedraza en su más reciente columna de opinión titulada precisamente “Entrada a China” en la que evidencia que Colombia tiene posibilidad de generar oferta de carne hacia el mercado chino.

“En el año 2008 Colombia registró el mayor volumen de comercio exportador de carne con el envío de 148 mil toneladas a Venezuela. Tal dinámica se logró con un hato de 23 millones de bovinos y un sacrificio interno formal de 3,9 millones de animales”, explicó.

Renglón seguido expuso que en 2022 las exportaciones de carne fueron de 42.000 toneladas, el sacrificio doméstico formal registró 3,1 millones de bovinos y el inventario ganadero alcanzó 29,4 millones animales.

“Esto permite prever que esa oferta podría ser mayor porque actualmente Colombia un hato más grande y el consumo interno ha disminuido por lo cual el sacrificio es menor”, expuso.

Ajuste y eficiencia

Debido al aval de China de la admisibilidad a la carne de res de Colombia el país requiere ajustar unas necesidades puntuales que deben aplicar en primer lugar los ganaderos con el mejoramiento de los indicadores de productividad, en segundo lugar, el gobierno, con políticas públicas vitales y, en tercer lugar, el mercado, en el sentido de que exige que los diferentes actores dejen atrás y abandonen la especulación en el precio del ganado bovino.

Por tanto, ante esta inmensa oportunidad comercial el mejoramiento de los indicadores de eficiencia en todos los eslabones de la cadena de valor deberá ser en adelante, la estrategia del sector ganadero.

Mejorar 5 factores de productividad

En un escenario conservador, pensando que en el mediano plazo se logren colocar en China esas 100.000 toneladas de carne al año, se requerirá mayor eficiencia en 5 factores relacionados netamente con la productividad ganadera en el país que son los siguientes:

Mayor eficiencia en ganancia diaria de peso, menor peso al sacrificio, mejores tasas de natalidad y de reposición, incluso crecimiento del hato.

Justamente, pensando en mercados de exportación de carne de mayor valor, como EE. UU. que se espera concretar en 2024, y China que inicia con la mejor expectativa, Fedegán en conjunto con CAF diseñó el modelo de corral de engorde sostenible cuyo fin fundamental es responder con mayor eficiencia con la oferta necesaria ante la nueva demanda internacional de carne colombiana con precios muy estables sobre esa oferta.

Dejar atrás la especulación de precios

Cubillos citó otro aspecto relevante y es que la eficiencia deberá traducirse en un buen precio como lo hacen potencias ganaderas precisamente en el abastecimiento de bienes como la carne de res a China: Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay.

Precisó que ese precio competitivo relaciona a toda la cadena de valor. Ganar más no significará tener un mayor precio, indudablemente ganar más si significará vender más, y no se vende más sin un precio competitivo.

“Evidentemente para tener éxito en la consolidación del mercado chino la especulación en precios deberá quedar atrás”, recomendó.

Cuatro políticas púbicas que impulsen

El columnista se refirió a que el nuevo mercado requiere de manera simultánea de menos discurso político y más políticas públicas concretas que impulsen al sector e hizo énfasis especial en cuatro factores igualmente técnicos que son: sistemas silvopastoriles, modelos sostenibles, trazabilidad e identificación animal.

Mayor competencia

Se refirió asimismo a que en Colombia siempre ha sucedido que mientras mejora la dinámica en las exportaciones de carne, la de novillos disminuye y, contrario a ello, sucede cuando la de novillos mejora, la de la carne presenta desmejoramiento.

Aclaró que la realidad a la que entra el país con China es de mejoramiento sustancial en las exportaciones de carne, por tanto, gran parte de la oferta exportadora de carne vendrá de lo que hoy se envía al exterior en novillos lo que indica que necesariamente habrá un reacomodamiento en el mercado.

“Hay que tener en el radar que las exportaciones de bovinos en pie eran marginales en 2008, alrededor de unas 8400 cabezas al año; mientras que en 2022 llegaron a 393.000 cabezas. Esto indica que hacia adelante la oferta de novillos tendrá la posibilidad de dirigirse a mercados internacionales de carne o de novillos en pie, pero no será situación de escogencia, más si de competencia”, explicó.