Así lo planteó Luis Javier Saldarriaga, del Comité Regional de Ganaderos de Puerto Berrío (Coregan), quien señaló que “repetir, como los loros, que la ganadería es la mayor responsable de la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI), que la ganadería está acabando con los bosques nativos mediante la deforestación, que las tierras de la ganadería deberían estar dedicadas a otras actividades, que los ganaderos son dueños de todas las tierras productivas del país, que la ganadería de Colombia es improductiva, que la ganadería no produce trabajo, que en la ganadería se maltrata a los animales, que los productos de la ganadería están enfermando a los seres humanos; entre otras muchas más, es irresponsable”.
Sostuvo que la sociedad de hoy defiende lo que no conoce y culpa de sus males a quien tampoco conoce. Las redes se dedican a difundir información errónea, aconductando a las nuevas generaciones para que actúen de una manera irracional y sin criterio.
El mundo moderno se guía por la información populista en contravía con la verdad y, es ahí, donde, actividades como la ganadería, están sufriendo por el constante señalamiento de quienes, sin objeto alguno, la tachan de ser un flagelo para la humanidad, planteó el ganadero. (Lea: Colombia celebra hoy el Día Nacional del Ganadero)
Sin embargo, dijo, la verdad de la ganadería es que produce el 34 % de la proteína que consume el planeta, aportando a la seguridad alimentaria y a la buena nutrición de la población mundial. El ser humano, al ser omnívoro, requiere en su alimentación de proteínas de origen animal y no puede excluirlas de su dieta; esto va contra la naturaleza misma de la especie.
Sumado a esto, la ganadería bovina solo produce el 10,33 % de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), y las pasturas en ganadería, a nivel mundial, capturan más de 340 millones de toneladas de CO2; un 50 % más que el CO2 que se almacena en los bosques nativos alrededor del mundo. También, hay que considerar que el metano que se produce por la actividad ganadera es un contaminante de vida corta y el mismo sistema ganadero, eficientemente, lo secuestra.
Desde el punto de vista económico tampoco puede desconocerse su importancia; en Colombia, por ejemplo, la actividad ganadera genera alrededor del 1.4 % del Producto Interno Bruto, un valor interesante para una sola actividad productiva, según lo indicado por Saldarriaga.
Además, la ganadería genera más de un millón de empleos directos; es decir, más de un millón de familias del campo viven gracias a la ganadería. Y cada familia puede afectar económicamente a más de 10 familias con las que tiene, de alguna manera, una relación económica: proveedores de alimentos, proveedores de servicios, proveedores comerciales y otros. Un peso que la ganadería genera le da la vuelta al mundo. (Lea: Feliz Día del Ganadero, Colombia los necesita)
“Es de esta manera como la verdad de la ganadería es evidente, aunque no quiera dársele su valor relativo para la sociedad. Sin embargo, tiene aquí una gran oportunidad desde el punto de vista del potencial agroturístico. Hay que movilizar la sociedad al campo para que conozca la verdad de nuestro sector, que disfrute de la tranquilidad de saber que en la ganadería está garantizado el futuro del planeta, que aprenda que los alimentos que consume tienen la calidad nutricional y de inocuidad que requiere”, concluyó.