Aunque no se trata de una inquietud nueva, los ganaderos reclaman mayor vigilancia en la comercialización de los productos de imitación, no solo por el perjuicio para su negocio sino también por las implicaciones que podrían tener en la salud de los consumidores.   El tema ha estado en la mente de los productores lácteos desde hace varios años, cuando empezaron a llegar a las góndolas de los supermercados estos quesos en bloque que resultaban atractivos por su menor precio.    De acuerdo con la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA) utiliza el nombre de “análogo de….” para cualquier alimento similar al queso o a los productos del queso, preparados con ingredientes no lácteos que remplazan total o parcialmente la leche.   Básicamente, un queso análogo es una emulsión de aceite en agua, en el cual gotas de grasa son incorporadas en un gel de caseínato (proteína) que funciona como emulsificante. (Blog: Los quesos análogos o imitación preocupan al sector lácteo)   En EE.UU., la industria de estos productos ha crecido notablemente, elaborando productos análogos como quesos para pizzas tipo mozzarella, quesos para rallar tipo parmesano y los procesados en bloque o rebanados.    Los expertos han señalado que la calidad de estos quesos depende de las materias primas que se empleen en su elaboración con el propósito de reducir el queso. En algunos casos, se rebaja el contenido de la proteína usando almidón, y se sustituye la leche de la grasa por vegetal.    En este caso, alertaron que el producto no puede llevar el nombre de queso y, por el contrario, se estaría infringiendo la normatividad sobre este tipo de alimento. (Lea: 2017 fue el 2° año con mayor número de importaciones de productos lácteos)   Giovanni Pinilla, representante legal de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté, señaló que estos productos de imitación están llegando con mayor facilidad a los hogares colombianos debido al TLC con EE.UU. y alertó sobre la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria.    “No hace mucho circuló por los chats de Whatsapp las imágenes que muestran que en un almacén de cadena se están vendiendo quesos análogos. Esto va en detrimento no solo del productor, sino también del transformador e incluso de las grandes industrias que inciden en la economía nacional”, declaró.   También alertó sobre los ingredientes que lo componen y que intentan simular el queso, que en alguna medida podrían resultar nocivos dependiendo las materias primas que se usen. (Lea: La leche se consigue más barata en pequeñas superficies)   A su vez, Javier Ardila Mateus, gerente general de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, insistió que estos productos deben detallar cuáles son sus ingredientes y su origen.   “No sabemos si se trata de lácteos o una mezcla de caseínatos u otro tipo de materias primas que terminan pareciéndose a un queso, pero que no tienen nada de leche. Yo he visto publicidades de empresas que promocionan este tipo de productos, donde dicen que le echan agua y demás para obtener un queso”, afirmó.   Por este motivo, hizo un llamado a los consumidores para que no se fíen del bajo valor de estos productos, y recordó la importancia de fomentar la producción nacional comprando productos locales.