Esa es la pregunta que se hacen los 450 mil propietarios de bovinos de todo el país, que cuestionan las falencias del Ministerio de Agricultura y Fiduagraria, actual administradora de los recursos parafiscales, para adelantar este tipo de iniciativas. En los años 90, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, realizó una de las campañas más reconocidas para estimular el consumo de carne, cuyo eslogan quedó grabado en la memoria colectiva de los colombianos: “No coma cuento, coma carne”. Con la creación del Fondo Nacional del Ganado, FNG, en 1993, Fedegán, como administrador del mismo, ejerció el fomento al consumo en 2 frentes: ayuda a sectores con bajos ingresos y promoción. (Lea: Cifras en recaudo del Fondo divulgadas por MinAgricultura no coincidirían) Así pues, desde 1995 hasta 2015, el gremio desarrolló un programa de donaciones de carne y leche a nivel nacional para atender a las poblaciones más vulnerables, como ancianos, niños huérfanos y maltratados, madres adolescentes, discapacitados, enfermos y familias desplazadas. El programa se enfocó en entregar una porción diaria de carne de primera calidad y de leche entera, bien sea en presentación líquida o en polvo. Esto se logró a través de entidades debidamente constituidas que tenían que cumplir una lista de requisitos. En 2012 se invirtieron más de $2.622 millones en repartir más de 770 mil litros de leche y cerca de 250 mil libras de carne, mientras que en 2013 se gastaron más de $3.120 millones en 829 mil litros y 221 mil libras. (Lea: Sacrificio bovino en primer semestre de 2017 tuvo su peor registro en 7 años) Al mismo tiempo, el gremio cúpula impulsó la promoción al consumo de ambos productos, con la recordada campaña “No coma cuento, coma carne” en los 90, o “Leche colombiana, el sabor que llevas dentro" en 2013. Esta estrategia incluyo la difusión en diversos medios de comunicación a nivel nacional y regional, a través de la radio, televisión, medios impresos y digitales. La última campaña llegó a más de 26 millones de colombianos en la emisión de las eliminatorias al mundial Brasil 2014. ¿Qué ha hecho Fiduagraria y la CNCL? Sin embargo, la campaña fue interrumpida cuando el Ministerio de Agricultura, en cabeza de Aurelio Iragorri, le arrebató el manejo de los recursos parafiscales a la Federación y asumió la administración a través de Fiduagraria. El Gobierno liquidó el FNG y creó la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL, para manejo de estos recursos. No obstante, al cabo de un año y 10 meses, los ganaderos no saben para qué se han destinado sus aportes. En mayo, el ministro Iragorri aseguró que la gran mayoría del dinero no se había gastado mientras se conocía el nuevo administrador del fondo, a través de un proceso licitatorio que hoy está detenido. (Lea: ¿En qué ha invertido Fiduagraria los recursos parafiscales de los ganaderos?) Aun así, el asesor Yesid Jiménez Vargas afirmó que para el quinto mes del año, se habían destinado más de $2.300 millones para suministrar leche a poblaciones vulnerables en La Guajira, Chocó y Cesar, que fueron ejecutados por las alcaldías de los municipios, y se harían nuevas entregas en Meta, Cauca, Putumayo. La razón por la cual no se han detenido estas campañas se debe a que la ley 89 de 1993 (que creó el fondo), estipula que al menos el 10% del recaudo debe destinarse a estas campañas de fomento para los sectores más bajos, esto es, $8.500 millones. CONtexto ganadero consultó a funcionarios de la CNCL cuánto dinero se había invertido hasta agosto de 2017, pero no obtuvo respuesta. La fiebre aftosa Los mayores cuestionamientos sobre el fomento al consumo surgieron con los brotes de fiebre aftosa que aparecieron en junio y julio, y que paralizaron la actividad ganadera en regiones como el Magdalena medio, el Eje Cafetero y el Valle del Cauca, así como en Arauca y Casanare. De acuerdo con un ganadero del Valle del Cauca, en medio de la emergencia sanitaria provocada por la aparición del virus, otros sectores como el avícola y el porcino aprovecharon para hacer campaña y estimular el consumo de estas carnes. “Usted ve en televisión que dicen que coma cerdo o pollo, nada de carne de res. Los que me compran los ganados me dicen que en los expendios, la gente no compraba carne por el tema de la aftosa”, señaló el productor. (Lea: Lanzan campaña para fomentar consumo de papa) De hecho, las cifras lo demuestran: el precio de la carne bovina aumentó cerca de 13% en los primeros meses de 2016 frente al 0,2% del cerdo y el 0,1% del pollo. En el mismo período de 2017, la de res solo bajó 0,8%, mientras que las otras se redujeron en 4,6% y 1,8%, respectivamente. Asimismo, el consumo per cápita bajó de 19,1 kg a 18,6, y se estima que llegue a 18,1 kg al finalizar el año, mientras que la carne de cerdo ha subido de 7,8 a 8,6 kg y el pollo, de 30,2 a 31,5 kg en 2016. Durante la emergencia sanitaria por la aftosa, los gremios regionales y las asociaciones de razas se vieron obligados a sacar sus propias imágenes para motivar a la gente a comprar carne bovina, insistiendo en que no había ningún riesgo ni posibilidad de contagiarse de la enfermedad. Así, gremios como Coregán y asociaciones como AsoAngus & Brangus hicieron circular sus propias piezas en defensa de la carne de res. Aunque se avecinan grandes pérdidas para el sector bovino por la aparición de la fiebre aftosa y la falta de campañas al consumo, el Gobierno se ha quedado con los brazos cruzados ante esta situación, y se ha preocupado más por deslegitimar a Fedegán que por estimular el consumo de carne y leche. Es claro que si el Ministerio de Agricultura no va a invertir recursos para promover la ingesta de los productos bovinos, la única alternativa es que a los ganaderos le devuelvan el manejo de su propio fondo que les ha sido negado por casi 2 años.