La intuición del ganadero sobre las cifras del negocio no es suficiente. Hay que acompañarla del manejo ordenado de los números. Es importante conocer, en forma precisa, los costos de producción y el resultado de las ventas para saber quién se está quedando con las ganancias del negocio. El costo de producción es la suma de los valores del conjunto de bienes y esfuerzos –valorados en pesos– en que se incurre para obtener un producto en las condiciones adecuadas para entregar al mercado. Los costos se dividen en costos fijos y variables. Los primeros se relacionan con el grupo de gastos que la empresa desembolsa, aunque no produzca ningún bien, como los sueldos de los vigilantes, etc.; es decir, que son independientes del nivel de producción. Los segundos se refieren a los costos que varían con él número de unidades producidas. Los componentes más importantes de los costos variables (Carta Fedegan 97) son: la mano de obra (es diferente una finca con ordeño de 10 vacas a una de 100) y la materia prima, por ejemplo, el suministro de sal mineralizada se relaciona directamente con el nivel productivo. (Lea: ¿Cuál es su costo de producción?) Otra óptica de observar se refiere a los costos de producción que está dada por la siguiente fórmula: COSTO = Gastos + amortizaciones + intereses Previamente veamos la definición de cada uno de los componentes: Gastos: insumos y servicios utilizados en el proceso productivo, tales como los asociados a la tierra: fertilizantes, herbicidas y abonos; los asociados al ganado: medicamentos, sales mineralizadas, vacunas y desparasitantes; y los servicios como los prestados por la contabilidad o de carácter técnico (inseminación, reproductivos, entre otros). Amortizaciones: es la compensación por la pérdida de valor de los bienes durables, originada en el desgaste y obsolescencia. Ejemplo tractores, ensiladoras, infraestructura en corrales, bombas de riego, etc. Intereses: los créditos adquiridos generan intereses y gastos administrativos que deben ser contabilizados en su totalidad como erogaciones y el costo de oportunidad de los capitales inmovilizados en la actividad, por ejemplo la proporción de capital inmovilizado en maquinarias, herramientas y computadores, que también presentan un costo de oportunidad. En este punto surgen interrogantes sobre el capital a considerar. Para ello se debe realizar un inventario de los bienes negociables según su valor de mercado. Al mismo, se le deberá descontar el monto de deudas de la empresa para poder imputar al capital propio, el respectivo costo de oportunidad. (Lea: ¿Qué porcentaje de los costos de producción se destinan a la nómina?) Adicionalmente la tasa de interés a utilizar dependerá del marco macroeconómico en donde se inserta el sistema financiero al momento de efectuar los cálculos. Los costos en el tiempo Otro aspecto para tener en cuenta es la temporalidad, es un factor que de acuerdo a la toma de decisiones, se puede categorizar según el plazo considerado así: Costo de corto plazo: incluye sólo los egresos en efectivo o gastos. Costo de mediano plazo: incluye los gastos y las amortizaciones. Costo total o costo de largo plazo: comprende los gastos en efectivo incluyendo los intereses pagados, las amortizaciones de los bienes de uso, los costos de oportunidad del capital involucrado y el trabajo no remunerado del productor y su familia.