Cansados de la crisis económica generada por cuenta de la decisión de la industria de no comprar el líquido, muchos productores lácteos de Antioquia advierten que no ven otra salida distinta para llamar la atención del Gobierno que la de irse a paro. La reducción en el volumen de acopio y precio de la leche pagada por la industria láctea colombiana a los ganaderos viene desde hace varios meses y está desestabilizando la economía del sector pecuario, según conoció esta redacción. En solo Antioquia, 300 mil litros del alimento se han dejado de recoger, lo que equivale a más de $10 mil millones en pérdidas. Por esta razón, si durante mayo y junio el Gobierno no ofrece una solución a la decisión que de manera unilateral tomó Colanta de reducir 15 % el acopio de leche, según lo dicen los productores, se irán a paro en julio próximo, junto con otros sectores productivos, entre esos el cafetero, al considerar que es la única manera de recibir atención ante la grave crisis que atraviesan. El anuncio del paro fue hecho por Mariano Restrepo, presidente de la Federación de Lecheros de Antioquia, Fedelán, quien confirmó que se llega a ese punto por las elevadas pérdidas que los ganaderos, transformadores y demás personal involucrado en la producción láctea viven al tener que secar sus reses para no llenarse de un producto que no podrán comercializar, mientras los insumos para sostener el negocio han aumentado entre un 25 y 30 %, lo que haría desaparecer varias fincas lecheras que por años han construido un negocio para el sustento de miles de familias. Gonzalo Maldonado, presidente de la Asociación Colombiana de Ganado Jersey, Asojersey, afirmó que la decisión de Colanta es “dolorosa” y han tenido que hacer ajustes para reducir la producción láctea, como desistir de vacas con deficiencias en reproducción y enfocarse en mejorar los sólidos totales y disminuir las células somáticas en el producto. (Lea: Colombia está en "pañales" en temas fitosanitarios para exportar, Analdex) Jorge Borda, ganadero de Antioquia, manifestó su malestar, no solo porque se haya bajado el precio pagado por la leche, sino la cantidad acopiada en las fincas, situación que afecta a los pequeños productores, que si producen 100 litros al día y no venden entre 20 o 30 litros, dejan de recibir capital suficiente para mantener a sus familias. Nadie escapa a la problemática, las utilidades estarán en rojo en pocas semanas en el caso de los medianos y grandes productores de leche, sobre todo las de aquellos que invirtieron en sus fincas para aumentar la producción en 2015 y que, ante la determinación de la Cooperativa, tendrán que buscar medidas para dar reversa a sus metas propuestas mientras asumen las deudas. “Yo como ganadero grande tenía pensando aumentar 30 % la producción para el segundo semestre del año y construí cosas en la finca con ese objetivo. Ahora todo eso se pierde, me endeudé y debo pagar igual. Estaré en poco tiempo en un problema grave de sostenibilidad”, relató Borda. Mariano Restrepo dijo que otra consecuencia de la decisión de disminuir la compra de leche a los ganaderos es que si bien muchos la transforman en quesos y otros derivados, estos se hacen con leche cruda y se comercializan en el mercado informal hasta que estalle la crisis y se anuncie que hay alta oferta de los alimentos y se dejen de comprar a los productores. ¿Quién es reponsable? Detrás de la determinación de Colanta, una de las empresas lácteas más grandes de Colombia, se suscitan varias teorías sobre las causas que la motivaron a dejar de comprar leche y bajar su precio a los ganaderos. Entre esas están el alza de las importaciones de leche líquida, en polvo y UHT de Estados Unidos y la Unión Europea, la permisibilidad del Invima de que se comercialicen productos con lactosueros, las deficiencias en el control fronterizo de las autoridades y el ICA para evitar el ingreso de quesos desde Venezuela y Ecuador a bajos precios, tener un país enlechado por alta producción, e incluso, hay una acusación que responsabiliza al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf. Con respecto a las importaciones de lácteos, el presidente de Asojersey afirmó que “este es realmente el resultado de algo sobre lo que había hablado con terrorismo José Félix Lafaurie (presidente ejecutivo de Fedegán) y que resultó cierto, aunque nadie le creía y que se da como consecuencia de los TLC”. Según Maldonado, los acuerdos comerciales sí son responsables de la crisis láctea porque no hay una regulación nacional que se utilice como instrumento de control para las compras hechas en el exterior. (Lea:Canasta ganadera de leche, reducida por altos costos de producción) “Las cifras de importaciones de leche son absurdas. Se reportan en el primer trimestre del año, 8.000 toneladas importadas, el año pasado llegaron cerca de 30 mil toneladas y eso se traduce en inventarios altos de leche”, manifestó Maldonado, que reveló que en Colombia hay casi 18 mil toneladas de leche en polvo y 28 millones de litros de leche UHT guardados, todas ellas de lo comprado en los mercados internacionales. Restrepo expresó que además de los TLC, el contrabando perjudica a los ganaderos nacionales y afecta la competitividad, lo que se da como consecuencia de la ausencia de una política agropecuaria y por tener “un Gobierno sinvergüenza que no ha sabido negociar los acuerdos comerciales”. Borda por su parte cree que las importaciones de leche y la carencia de una política lechera que regule los mercados han ocasionado que se presente la crisis láctea en el país y no está de acuerdo con que se diga que el país está enlechado. “Hay una situación del fenómeno de El Niño y mucha de la leche se producen en zonas calientes donde se ha reducido la producción; entonces es muy extraño que digan que estamos enlechados, como quiere hacer ver la industria”, anotó. Otro punto que el gandero de Antioquia explicó tiene que ver con la decisión de afectar siempre al ganadero sin mirar toda la cadena láctea. (Lea: 5 hechos que desmitifican el enlechamiento en Colombia) “El ganadero es el que siempre sufre con el tema porque los insumos siguen subiendo de precio, como el maíz, los abonos y los agroquímicos y nunca se le dice al comercio de concentrado que bajen el precio o a la industria que mejore el procesamiento”, anotó Borda. Caso del Icbf Sobre el caso del Icbf, CONtexto ganadero conoció que se ha acusado a la entidad de no comprar leche nacional y de la posibilidad de que estén produciendo la bienestarina con leche en polvo importada. De acuerdo con el presidente de Asojersey, Cristina Plazas, directora del Icbf, dio a conocer que 5 empresas licitaron ante el Bienestar para la compre de leche, pero ninguna cumplió los estatutos exigidos. “Siempre el consumo asistencial por parte del Bienestar es un apoyo y escuché a Cristina Plazas decir que las empresa no cumplían los requisitos, cosa que es absurda, al tener en cuenta que resulta extraño el hecho de que de las 5 empresas serias que licitaron ninguna cumpliera”, afirmó Maldonado.
Nohemy Benavides Barbosa, directora de Contratación del Icbf, respondió que los 6 proponentes que se presentaron no cumplieron con algunos componentes especiales requeridos en la leche fortificada con la que se prepara la bienestarina. “Algunos componentes como el hierro y el zinc dentro de la leche fortificada, deben venir aminoquelados y de acuerdo con los registros del Invima, especialmente el zinc no tenía esa característica”, señaló. Por esta razón, 300 mil niños del país consumirán a partir de mitad de año bienestarina hecha con leche líquida. (Lea: Hace 4 meses nadie recoge leche en Carmen de Carupa y Cucunubá) Sobre el señalamiento de la importación de leche, el Bienestar dijo: que "actualmente el concesionario del Icbf para la producción de bienestarina compra leche líquida y en polvo a Alival y a Colanta. En los demás programas sociales los operadores que los ejecutan hacen compras locales".
Cifras lácteas En Colombia se encuentran 330 mil ganaderos de leche que produjeron 6.700 millones de litros del lácteo en 2014, según cifras de la oficina de Planeación del Fondo Nacional del Ganado, administrado por Fedegán. De acuerdo con Asoleche, ese mismo año la industria acopió 3.291 millones de litros del líquido. El 61 % de la leche se recogió en Cundinamarca y Antioquia. Los más de 3.000 millones de litros restantes se comercializan en el mercado informal. Cabe mencionar que otras industrias lácteas grandes del país han reducido el costo del litro de leche comprada al ganadero, por lo que varios agremiaciones solicitan un encuentro con el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri.