Así como Fedegán, los líderes de las cuencas lecheras cuestionaron el incremento del precio base porque no corresponde al alza en costos e insumos. Sin embargo, reconocieron el aumento en el pago por calidad higiénica, que el Gobierno estaba en mora de actualizar. Tuvieron que pasar 3 semanas para que el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural cumpliera con el ajuste anual que establece la resolución 017 de 2012, y que según esta norma debe aplicarse a partir del 1° de marzo de cada año. Finalmente, el pasado 20 de marzo la cartera agropecuaria decretó un aumento en el precio base de la leche en 4 %, que se realizó en el valor de la calidad composicional (proteína, grasa y sólidos totales). (Lea: Expectativa por anuncio del Gobierno sobre aumento de precio base de leche) Para José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, se trata de una lánguida actualización que deja sin incremento real el ingreso de los productores, pues el incremento del 4 % apenas cubre la inflación registrada en 2017, que fue de 4.09 %. “No se trata de cubrirles la perdida adquisitiva del dinero, porque sus variables productivas tienen otras medidas. Para no ir tan lejos, solo hay que ver los costos de producción que se incrementaron un poco más de 8 %. No hay actividad que aguante cuando el aumento de sus costos duplica los ingresos”, declaró. De hecho, el valor del litro de hoy es idéntico al de 1999, que evidencia una pérdida en el ingreso real de 26 %. En este sentido, la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, señaló que el precio debería estar alrededor de los $1.420, y escasamente alcanza los $1.050. Un aumento justo es un reclamo que se repite cada año, como lo manifestó Mariano Restrepo Flórez, representante legal de la Asociación Regional de Ganaderos del Norte, Asoganorte, en Antioquia. (Lea: “Alza del 7 % en precio base de la leche se queda corto”: Lafaurie) “La actualización es un buen mecanismo y una responsabilidad del Gobierno, pero todo depende del mercado. Si hay mucha oferta y poca demanda, naturalmente los precios tienden a subir y entra a un segundo plano la resolución 017, como ocurre en el sector informal de la región Caribe”, apuntó el dirigente. Además, como indicó Restrepo, si bien los industriales se acogen a la medida, apelan a diversos mecanismos para que el pago no suba. Así pues, el ganadero no percibe ningún aumento, pues aunque apliquen el alza de $40 en promedio, le rebajan por calidad higiénica o por el costo del transporte. Asimismo, Enrique Triviño, propietario de una lechería especializada en Zipaquirá y expresidente del Comité de Ganaderos del Área 5 en Cundinamarca, se declaró sorprendido por este porcentaje, que no se compara al alza en los insumos. “Me sorprende este porcentaje decretado por el Gobierno, pues algunos insumos han aumentado hasta el 10 %. No se compadece con la realidad del sector ganadero de leche”, manifestó. (Informe: Balance de los 5 años de la resolución 017 de 2012 para pago de leche) Una buena noticia, aunque tardía De otra parte, ambos productores celebraron el ajuste de las bonificaciones obligatorias por calidad sanitaria que corresponden a las certificaciones por BPG, hato libre de brucelosis y de tuberculosis, que pasaron de $10 a $14,5 cada una. Sin embargo, opinaron que el Gobierno estaba en mora de hacer el incremento, que para Triviño debió ser mayor porque desde que se estableció este pago, en 2012, se propuso que estas bonificaciones también se actualicen cada año. “Desde nuestro comité, estábamos diciendo que en vista de los altos costos de las pruebas para certificar los hatos y de los esfuerzos en tiempo y dinero que requieren, que el valor se fuera ajustando paulatinamente, es decir, que los $10 de hace 6 años, deben ser por decir $20 al día de hoy”, afirmó. Entre tanto, Restrepo resaltó esta modificación, pues también aumentaron las bonificaciones por UFC. Desde hace varios años, el dirigente ha sido un defensor de privilegiar estos valores para optimizar la calidad higiénica de la leche, al tratarse de un asunto que incide en la salud pública. “El que tenga entre 0 a 25 mil UFC y certificación en BPG, podría estar recibiendo casi $140 por cada litro. Este es un tema bien interesante, al que la gran mayoría de ganaderos podría acceder sin tener que cambiar la genética de su hato, algo que muchos deben hacer si quieren mejorar indicadores como proteína y grasa en la leche”, remató.