Un llamado de alerta hizo el gerente de la RAP-E Región Central, Ricardo Agudelo Sedano, frente a las consecuencias que dejó el Fenómeno del Niño en la producción agropecuaria, sino también de cara a la temporada de lluvias que se avecina en gran parte del territorio nacional, como efecto del fenómeno de La Niña.
“Hay riesgos en la medida que estos fenómenos, que no vivíamos en semejante magnitud, tanto del Fenómeno del Niño como del posible Fenómeno de la Niña, afectan el suelo y la producción de comida”, indicó Agudelo.
Sostuvo que de los productos que se podrían ver afectados por los fenómenos climáticos en la región están maíz, fríjol, arroz, café, papa, mora, aguacate, lulo, arracacha, arveja, cebada y leche, entre otros. Este último (leche), en todo el país por menor producción y por la muerte de animales. En Cundinamarca, dijo, la reducción de la producción de leche ha sido de al menos 555.000 litros diarios, seguido por Boyacá con 229.000 litros.
Además, recordó que a Bogotá ingresan a diario 7.600 toneladas de alimentos frescos, de los cuales el 83 % provienen de sus departamentos cercanos como son Cundinamarca (45 %), Boyacá (19 %), Meta (12 %), Huila (3 %) y Tolima (4 %).
“Estas cifras implican que es necesario tener una estrategia desde las ciudades y desde la Nación en torno al abastecimiento alimentario. Y estos fenómenos, como el del Niño y el de la Niña, que afectan notablemente los suelos, también generan que muchos de los productos se pierdan o incluso no se puedan producir de la misma manera”, señaló el funcionario. (Lea en CONtexto ganadero: Alimentos contribuyeron a reducción de la inflación en 2023)
Agudelo Sedano explicó lo que ocurriría con el exceso de lluvias. “Si ocurre lo que ha señalado el IDEAM, que viene pronto el Fenómeno de la Niña, los suelos estarían secos, con poca porosidad, y las lluvias que se vienen no van a poder ser absorbidas por los suelos”.
Mayor planeación
Añadió que “el país debe empezar a pensar en asumir con seriedad el tema del abastecimiento alimentario. La falta de planificación y de gestión lleva a consecuencias como las que estamos viendo en los suelos. Ciudades como Bogotá que dependen exclusivamente de lo que se produzca en la región, también tiene que pensar que su gestión va más allá de la ciudad”.
Recordó que el gobierno nacional tiene un Puesto de Mando Unificado (PMU) del sector agro que va indicando cómo va el déficit hídrico y desde la RAPE se tiene el plan de abastecimiento alimentario de la región central en donde se ha puesto mucho cuidado en temas, por ejemplo, de la logística para que no se pierda la producción.
Además de perderse en el momento de la recolección, también se pierde mucho en el transporte. Ahora que se va a tener fenómeno de lluvias, lo que puede suceder es que se presenten deslizamientos y atascos de camiones, lo cua implicaría que en el caso de los productos perecederos puedan llegar a perderse.
Por eso se debe trabajar con una logística cercana a los sitios de producción para que se puedan transformar y así poder avanzar en el propósito del gobierno de convertir a Colombia en una potencia alimentaria. (Lea en CONtexto ganadero: A la vista: Inflación y agentes especuladores)
El gerente de la entidad supradepartamental, recordó que la Región Central no solo abastece prioritariamente a Bogotá, sino que produce el 33 % de la comida que se consume en todo el país.
Con lo que se prevé de reducción en la oferta de alimentos a causa de La Niña, es previsible que se presente un aumento de precios, por lo que Agudelo planteó la necesidad de una intervención del gobierno para el control de precios. Indicó que se debería eliminar intermediación porque hoy día hay entre seis y ocho intermediarios entre el productor y el consumidor. “Deben existir intermediaciones, pero que sean racionales”, dijo.