Sin duda alguna, la principal razón por la cual Colombia busca exportar esta proteína a China es el alto volumen de importaciones y la creciente demanda, también hay otros aspectos por los cuales este mercado es uno de los objetivos prioritarios para el sector ganadero nacional.
La República Popular China es el mayor importador de carne vacuna: en los últimos diez años multiplicó por 10 su volumen de compras. En la actualidad, alrededor de 15 países pueden vender carne bovina a la segunda economía más grande del mundo.
De estos, existe una gran concentración de cinco países proveedores: Nueva Zelanda, Argentina, Australia, Brasil y Uruguay, que representan más del 95 % de la carne importada. (Lea: Delegación de China visitaría frigoríficos de Colombia en 1er semestre de 2021)
Si bien este podría parecer un mercado altamente competitivo, hay otros jugadores que han recibido aprobación del gigante asiático para exportar carne bovina a pesar de que no son grandes productores, como Sudáfrica, Namibia, Bielorrusia, Costa Rica o Panamá.
Augusto Beltrán Segrera, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios (FEP), explicó que dado el alto volumen de importaciones, que en 2020 se proyecta alcanzar las 2,9 millones de toneladas, un pequeño porcentaje representaría grandes réditos para Colombia.
“Están comprando a buen precio y en cantidades importantes. Si de las 3 millones de toneladas, nos dieran un cupo de al menos 30 000, eso es lo que vamos a exportar este año”, dijo. (Lea: Cada vez se suman esfuerzos para lograr admisibilidad de carne a Indonesia)
De hecho, los volúmenes de carne vacuna importada por China de proveedores menores han aumentado un 82% en los dos primeros meses del año en comparación con el mismo período de 2019. Ucrania, Kazajstán, Bolivia, Panamá, Namibia y Hungría no hicieron envíos en el primer semestre del año pasado, mientras que en los dos primeros meses de 2020, el volumen de importación de carne vacuna ucraniana, kazajstán y boliviana fue más de 700 toneladas cada uno, y de panameña, namibia y húngara superó las 350 toneladas.
Por este motivo, los esfuerzos del Gobierno y del sector privado, coordinado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), administradora del FEP, se han centrado en abrir este mercado, un proceso que se retrasó este año por la pandemia del nuevo coronavirus.
Pero además del volumen, Beltrán explicó que las exportaciones de carne vacuna a la República Popular China tendrían otro tipo de ventajas, pues aunque lo único que se puede enviar es carne despostada, sus tradiciones permiten un mayor aprovechamiento de la canal.
“Aunque (en China) manejan cortes distintos, se llevarían más de lo que compran los países a los que actualmente exportamos, lo que resolvería un problema logístico para las plantas que tienen que buscar vender la carne que sobra de canales destinadas a estos mercados”, precisó.
Según Beltrán, este problema lo tienen varios frigoríficos nacionales, a los cuales les queda toda la parte trasera del animal, un producto que es apetecido por los chinos. (Lea: “Estoy impresionado por los esfuerzos de Colombia en ganadería sostenible”: Hsin Huang)
"Por precio y por religión, los mercados a los que vendemos compran los cortes de la séptima costilla hacia adelante. Entonces a nosotros nos queda el lomo, la pierna y la punta de anca, por citar algunos. Pero con China, sería mucho más fácil porque comprarían todos estos cortes”, anotó.