Según datos de la oficina de auditoría interna del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por Fedegán, las plantas de estos departamentos evitan el pago de la Cuota de Fomento Ganadero y Lechero, CFGL. Esta cuota se debe pagar por cada litro de leche producido o cada semoviente sacrificado en una planta de beneficio. En el caso de la carne, estas plantas son las encargadas de recaudar la cuota, que durante este año fue de $16 mil 109 por cabeza de ganado. CONtexto ganadero pudo establecer que hay frigoríficos que no registran con exactitud el número de animales que ingresan, esto para evadir impuestos el pago de la Cuota, como les corresponde de acuerdo a las Leyes 89 de 1993, 395 de 1997 y 925 de 2004. (Lea: Reorganización del FNG no altera cobro de cuota de fomento) En aras de evitar que la situación se convirtiera en algo repetitivo, el FNG instauró un mecanismo de puntos fijos para vigilar el cumplimiento del pago en los casos que se tiene sospecha de que las plantas están cometiendo el delito de evasión y no registran el cobro de la Cuota. Gracias a la potestad enmarcada en el decreto 2025 de 1996 y luego de la resolución 232 de 2012, el FNG contrató a un supervisor que deberá estar presente en las plantas en horarios de sacrificio y en las procesadoras lácteas en el horario en que ingresa la leche, para así poder cuantificar los animales y la cantidad real de litros que se compran. Según Erika Merlo, profesional de Auditoría Interna del FNG, administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, varias plantas de La Guajira y Boyacá evaden esta responsabilidad. El caso más preocupante es el de las plantas de Maicao, en el departamento del Caribe. “En 2011, arrancamos en La Guajira y no nos hemos podido ir. En Maicao quedan 2 mataderos, uno público y otro privado. Allá tenemos el problema de que el municipio no paga y el privado por hacer competencia desleal al otro, baja las tarifas o deja de cobrar la Cuota de Fomento”, advirtió la profesional. Merlo detalló que en los municipios de Villanueva y Fonseca se presenta el mismo comportamiento. En ambas poblaciones operan 2 plantas privadas en las que el registro de sacrificio es muy variable, pero no han encontrado una razón que respalde esa circunstancia. (Lea: Sacrificio clandestino se disparó en Aguazul) El caso de Boyacá también preocupa Otro departamento con una situación delicada es Boyacá, donde hay “mucha evasión”, según la funcionaria. Aunque el objetivo de los puntos fijos es controlar la evasión y la elusión, también se puede ver cómo la clandestinidad afecta las plantas en Boyacá, en municipios como Duitama, Paipa, Sogamoso o Tuta. Para evitar el pago de la Cuota, los productores dejan de llevar su ganado a establecimientos legales. Esto lo hacen también con el fin de evadir gastos como el servicio de sacrificio, el impuesto de degüello, las estampillas y otros conceptos, por lo que se prefiere sacrificar al animal en una finca o patio. La funcionaria recuerda un particular caso en Río de Oro, César, en 2011, donde la planta de beneficio registraba de 10 a 14 reses sacrificadas por mes. “Cuando llegamos allá con el punto fijo, nos dimos cuenta que eran 120 animales y que nos estaban reportando solo el 10 %”, contó Merlo. (Lea: Caldas reactiva comité para vigilar el sacrificio clandestino) Los puntos más recientes se establecieron en Bogotá y Cundinamarca. Precisamente, en Pacho, municipio de este departamento, se registró una evasión de cerca del 40 %, y esta semana comenzó a operar otro punto en Cáqueza, donde ya lo habían establecido en años anteriores. En Bogotá también se presentan casos, como los de las plantas Guadalupe y Proagro, que tienen altos volúmenes de sacrificio, pero cuyos datos no coinciden con los registros que hacen de la Cuota. En el caso de Proagro, el recaudador solamente reportaba el 30 % del cobro, por lo que fue necesario abrir una cuenta bancaria para que los usuarios consignaran directamente. (Lea: Pago de Cuota de Fomento Ganadero y Lechero se podrá hacer on line) Otros departamentos donde ha habido puntos fijos son Norte de Santander, Antioquia, Atlántico y Tolima. En los 3 primeros comenzaron los pilotos del programa, en 2009 y 2010. En mayo y septiembre de 2015 regresaron los puntos fijos en el departamento de la Costa Caribe para hacer una evaluación del comportamiento al cabo de 5 años.