Durante el primer trimestre del año se redujo la demanda de productos lácteos debido a los efectos inflacionarios, señala un informe de Rabobank que agrega que el público buscó opciones de menor precio que se ajusten mejor a sus necesidades.

Esta situación, según el banco, ocasionó una reducción en los precios pagados a los productores “mientras que a nivel mundial aún deben lidiar con costos de producción en niveles históricamente altos”.

Los procesadores de lácteos y las cooperativas iniciaron el año con inventarios caros, elaborados con leche de alto precio, que se descontaban para vaciar los mercados. Mientras tanto, los consumidores están siendo presionados por una inflación más alta y tasas de interés en aumento, lo que resulta en un comportamiento de compra más frugal. Los consumidores no han abandonado el pasillo de productos lácteos, pero están buscando valor.

Derivado del escenario macroeconómico global, con servicios más costosos y un mercado laboral ajustado, la entidad financiera pronosticó que durante los siguientes meses continuará la desaceleración del consumo en los hogares, según recoge el portal ganaderia.com

Se espera que, en comparación con el año anterior, el debilitamiento en las cotizaciones de los lácteos sirvan de impulso para el comercio internacional, principalmente en el caso de los quesos y la leche en polvo, lo que indica que el suministro de exportación tendrá un comportamiento dinámico. (Lea: A noviembre, el gasto de los hogares en productos lácteos se redujo 9,9 %)

La perspectiva

Así mismo, indica que el buen comportamiento de los intercambios en el extranjero dependerá en gran medida de la demanda en China y el desarrollo de sus políticas internas, que de ser positivo, sería un aliciente para el aumento de los precios.

Sin embargo, Rabobank señaló que sus expectativas apuntan a que durante el primer trimestre de 2023, las importaciones del país asiático fueron inferiores en comparación interanual, aunque se prevé que haya una recuperación entre abril y junio.

Un mayor crecimiento interanual de la producción de leche surge en 2023 en las regiones exportadoras clave frente a los bajos comparables de 2022. Los precios de la leche en la finca se están poniendo al día con las tendencias del mercado mundial de productos básicos y bajaron en el primer trimestre del presente año.

Mientras tanto, señala Rabobank, los altos costos de los insumos siguen siendo un claro obstáculo en todo el mundo y, combinados con los precios más bajos de la leche, dan como resultado una presión en los márgenes a nivel de granja. En respuesta, las tasas de sacrifico de vacas lecheras han aumentado.

Recuerda el informe del Banco que el comercio mundial de productos lácteos en 2022 fue mejor de lo esperado, a pesar de la retirada de China. Las exportaciones a países clave como México, Indonesia, Japón, Argelia y Corea del Sur, entre otros, superaron los niveles de 2021. Se espera que las importaciones de productos lácteos de China en el primer trimestre de 2023 no alcancen los niveles del primer trimestre de 2022, con un renovado interés de compra en desarrollo en el segundo trimestre de 2023. (Lea: Comercio global de lácteos caerá en 2022, por primera vez en 20 años)

El entorno macroeconómico sigue siendo complejo. La inflación se ha desacelerado, pero principalmente debido a la caída de los precios de la energía. La inflación de los servicios básicos se mantiene fuerte. El mercado laboral sigue muy ajustado en ciertos sectores, y los bancos centrales siguen subiendo las tasas de interés. Cada vez hay más signos de desaceleración en el consumo de los hogares, que probablemente continúe deteriorándose en los próximos meses.

Este panorama afectará a todos los participantes dentro de la industria ganadera, desde productores, hasta procesadores y consumidores finales, pues todos ellos ven sus recursos financieros cada vez más limitados.

Se espera que los precios mundiales más bajos del queso, la leche en polvo y el suero, año tras año, respalden las exportaciones. Aún así, mucho depende de las políticas internas chinas y de una mayor resiliencia de la demanda para respaldar los precios de los productos lácteos en 2023, concluye Rabobank.