A pesar del elevado precio del dólar y de que el contingente arancelario de Estados Unidos ya está copado, la industria siguió trayendo leche en polvo y demás derivados del país del norte y la Unión Europea durante el cuarto mes del año. En medio de la emergencia sanitaria provocada por los 2 focos de fiebre aftosa que se han presentado en el país, el país ganadero aún vive otra crisis por la sobreoferta de leche y los bajos precios, acentuada por las importaciones de lácteos. Entre mayo y junio, los productores tuvieron que ver cómo las pasteurizadoras reducían el pago de la leche de forma dramática, aduciendo una ´enlechada’. (Lea: ¿Qué hay detrás de la crisis permanente de los productores lácteos del país?) En los primeros 3 meses del año, la industria importó más de 19 mil 200 toneladas de derivados lácteos, de las cuales más de 16 mil eran de leche en polvo. Esto quiere decir que ingresaron, en promedio, alrededor de 6.400 toneladas por mes. Si las importaciones se mantienen a ese ritmo vertiginoso, al finalizar el año habrán entrado más de 76 mil 800 toneladas entre leche en polvo, lactosueros y quesos que usan tanto las pasteurizadoras como las fábricas de galletas y confitería. Sin embargo, la curva descendió en abril, pues en ese mes las compras de estos productos en el exterior “solo” subieron 2.655 toneladas, ubicándose en un total de 21 mil 856. (Lea: El 100 % del contingente de leche en polvo de EE.UU. ya fue importado) De acuerdo con Óscar Cubillos, economista y analista del sector ganadero, esta reducción se explica porque el mercado interno ya está inundado con leche en polvo y con leche líquida, por efecto de un clima favorable que aumentó la producción. Esto trajo consecuencias nefastas para el país ganadero, como se pudo observar a principios de junio, cuando varias regiones reportaron marcadas reducciones en el precio de la leche. Incluso, varios productores reconocidos alzaron su voz en señal de protesta frente a las injusticias cometidas por la industria, pero recibieron una tibia respuesta por parte del Gobierno y el Ministerio de Agricultura. (Lea: Industria ya empezó importaciones de leche en este 2017) “La industria le bajó el precio al ganadero hasta llegar al límite de la resolución (017 de 2012), pagándole lo mínimo que permite para evitar sanciones. Entonces se está acopiando leche más barata debido a que hay mayor oferta”, manifestó Cubillos. El economista hizo un comparativo de los costos de una tonelada de leche en polvo por una de leche líquida en la industria. Mientras que la primera puede llegar a costar más de $13 millones de pesos (incluyendo aranceles), la segunda apenas llega a los $8 millones 200 mil si se paga el litro a $1.030. No obstante, para el experto, esta reducción no significa que se vaya a dejar de comprar leche en polvo en el exterior. De hecho, aún falta copar el contingente arancelario de la Unión Europea, que alcanzó el 68% y se estancó ahí desde mayo. Según él, se espera que en 2017 se mantenga el nivel de las importaciones del año pasado, que se ubicó en 58 mil 227 toneladas. (Lea: Altas importaciones de leche en polvo indignan a los productores) “Este año va a terminar siendo muy parecido al 2016, cerca de 60 mil toneladas. Por ahora, la industria seguirá aprovechando la oferta de leche, para comprar barato”, sentenció Cubillos.