La liquidación de Interbolsa, anunciada el pasado miércoles por el Superintendente Financiero, Gerardo Hernández, tuvo sus principales razones en un concepto que emitió el Fondo de Garantías de Instituciones Financieras, Fogafin, que llevó a la Superintendencia Financiera a tomar la decisión, que formalizó mediante la resolución 1812 de 2012.
Dentro de los motivos de la resolución se incluye la evaluación de Fogafin sobre la incierta viabilidad de la firma, debido a la situación de liquidez que ocasionó el incumplimiento en el pago de un crédito bancario de $20.000 millones. El fondo expresó, además, que frente a la falta de liquidez “no existe evidencia de que se pueda enmendar en el corto plazo”.
Otro de los puntos tocados en el concepto fue la falta de confianza por parte de entidades que proveen créditos “a pesar de los esfuerzos realizados para encontrar nuevas fuentes de liquidez diaria”.
Con el concepto de Fogafín como base, la Superintendencia Financiera tomó la decisión de liquidar a Interbolsa, pues, según expresó, “la sociedad comisionista de bolsa no se encuentra en condiciones financieras que le permitan desarrollar su objeto social”.
Para la Superfinanciera, la decisión no afectará los activos de los clientes de Interbolsa, pues se encuentran separados patrimonialmente de los de la firma comisionista y, por lo tanto, pueden solicitar directamente al agente liquidador el traslado de los valores o recursos a otra firma comisionista.