En el 2020, según datos de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), el consumo de leche líquida aumentó en tanto que los derivados lácteos tuvieron menor demanda. En este sentido, las empresas realizaron ajustes y diseñaron estrategias para seguir impulsando el comercio de estos productos.

Algunos de estos incluyeron cambios en los tamaños de sus productos, debido a la preferencia por la presentación familiar del yogurt o kumis por encima de los productos listos para el consumo. (Lea: La leche de vaca, un producto esencial a cualquier edad)

“La pandemia por COVID-19 trajo cambios significativos para los consumidores. Si bien mantuvieron sus preferencias en algunas categorías en otras fueron más selectivos y buscaron aquellas opciones que se adecuaron a sus necesidades en salud, nutrición y precio”, señaló Nelson Molano, gerente general de Pomar.

A esto agregó que la leche ha tenido un papel protagónico por décadas en la dieta de los colombianos por ser un alimento vital con datos de consumo que mejoran año tras año. (Lea: ¿Cómo impulsar el consumo de lácteos en las personas de menos ingresos?)

“En Colombia, según Asoleche, el consumo per cápita anual de leche se ha mantenido estable alrededor de los 145 litros. Esto se debe a la disponibilidad del alimento a precios asequibles y a que se puede consumir de diferentes formas: cafés, chocolates, con cereales, en jugos, entre otras combinaciones”, dijo.

Además, de acuerdo con un estudio reciente de Brandstart en 2020, el 48 % de las personas tomó la decisión de hacer sus compras por internet en los últimos tres meses. En ese sentido, empresas como Pomar fortalecieron su presencia en la red.

De hecho, la compañía lechera de Cundinamarca fortaleció su presencia en este canal en el que ha tenido un crecimiento del 1000 % comparado con 2019. (Lea: Productores e industria buscan elevar el consumo de leche per cápita en 170 litros al año)

A esto sumó una estrategia de tiendas ocultas en Bogotá, Cali y Medellín que también cumple el principio de ventas online y entregas a domicilio por medio de plataformas como Rappi, iFood y Cornershop, para programar la entrega de pedidos de acuerdo con lo solicitado por los consumidores.

“Los pedidos a domicilio y venta de e-commerce ganaron la confianza del consumidor y han crecido de manera exponencial, por facilidad de compra al evitar las filas y desplazamientos. Sin embargo; esta modalidad no reemplazará las tiendas de barrio, debido a que seguirá siendo el canal más importante de distribución en el país”, concluyó Molano.