Es el caso de las actuales reformas sociales que se llevaron al Congreso y del mismo Plan Nacional de Desarrollo que es la carta de navegación para los próximos cuatro años de gobierno.

Al respecto de esto último, el profesor del Centro interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo - Cider de la Universidad de los Andes, Jairo Santander, hizo un análisis de lo positivo, lo crítico y lo novedoso del Plan.

En primer lugar destaca el cambio de enfoque con otros planes porque este considera necesario cambiar la estructura social para lograr un mejor escenario de desarrollo. “Este es un plan novedoso que rompe con la tradición de ver el desarrollo de la economía, estado, mercado y de esa tradicional visión de la planeación alrededor de estrategias y ejes de transformación gradual para pasar a una lógica de transformación del orden social y, sobre todo, una lógica de gobernanza”.

Este es un Plan que observa el desarrollo como un orden social alrededor del agua, que sea compatible con la conservación del medio ambiente. Para eso va a contar con 5 ejes de transformación: el ordenamiento alrededor del agua; la seguridad humana y justicia social; el derecho humano a la alimentación; la transformación productiva, internacionalización y acción climática; y, la convergencia regional.

Por otro lado, considera el docente, propende por una estabilidad macro que, a pesar de que busca unas finanzas sanas y estables, también pretende una estabilidad macro funcional a la transformación social, principalmente a la transformación del sistema productivo y de la matriz energética.

Esta particularidad de observar el desarrollo de una lógica de gobernanza lleva a que el plan tenga un alto contenido, no solo en acciones de transformación, sino en la reorganización social y del Estado. (Lea: Los reparos de la Fiscalía frente al Plan Nacional de Desarrollo)

Esto implica que la relación Estado-actores privados y sociales sea un eje fundamental de todo el PND. Esto implica un escenario de relacionamiento entre el Estado y la sociedad, acompañado de una transformación en lo productivo, donde se procurará por un foco en la reindustrialización y en la transformación de la estructura productiva que se aleje de los procesos que han generado una degradación ambiental importante y busca una fuerte concentración en lo que ellos van a denominar bioeconomía.

Aspectos que requieren una mirada crítica

Los indicadores y su relación con los catalizadores e ideas principales de cada eje de transformación no están bien relacionados. Muchas de las ideas de transformación no tienen con claridad indicadores que permitan observar en la evaluación en cuatro años, para ver si la transformación se realizó de forma adecuada o no.

Así mismo, la ausencia de diagnósticos robustos y la falta de indicadores que permitan evidenciar lo que el PND identifica, como las problemáticas a cambiar en la transformación de la estructura social. Solo un par de ejes de transformación, el de transformación productiva y el de convergencia regional, tienen algunos indicadores que nos permiten tener claridad de por qué se necesitan esas transformaciones.

Algunas metas se quedan muy cortas dadas las aspiraciones del mismo plan, es decir, frente a objetos centrales del Gobierno, como mayor equidad, menor deforestación o mejor conservación ecosistémica, mejor acceso a la justicia. Los indicadores son muy tímidos, por ejemplo, la lucha contra la deforestación, la meta a cuatro años es disminuirla en un 20 %, el cual es un acto bastante limitado.

El otro escenario donde también hay una acción muy tímida es en el tema de acceso a la justicia, el cual está muy difuso, tanto en indicadores como en acciones.

También es necesario que haya más claridad entre qué implica ordenar el territorio alrededor del agua y su relación con el desarrollo de alternativas económicas limpias. Se menciona constantemente que ordenar el territorio implica la necesidad de generar producciones limpias, pero no se da a entender el porqué ni el para qué, ni qué implica esta relación en procurar un orden social mucho más estable. (Lea: Estas son las observaciones de la Contraloría al Plan Nacional de Desarrollo)

La transformación productiva sin lugar es muy importante, es uno de los elementos centrales junto con el cambio de matriz energética constantemente mencionados en el PND, pero deja un gran vacío en la comprensión del cambio tecnológico y del tipo de transformación tecnológica que se requiere en el contexto global actual.