Exministros, analistas, gremios, centros de pensamiento, entre otros, se han mostrado contrarios al proyecto de reforma tributaria presentado por el gobierno de Gustavo Petro.
Para la mayoría y contrario a lo dicho por el mandatario, la iniciativa no va en contra de los que él llama los más ricos, sino que afecta a todos, incluso al ciudadano de a pie.
Por ejemplo, el exministro de hacienda, José Manuel Restrepo indicó que es “inaceptable una reforma tributaria sin ninguna vocación estructural (...) Esto genera mucha más desconfianza e incertidumbre en el sector privado, porque parece una reforma tributaria hecha para hacer política de exceso de gasto público un año antes de elecciones”.
Mencionó la “inconveniencia de acabar con el Régimen Simple, que potencialmente incremente la evasión al aumentar el impuesto a ganancias ocasionales, el retroceso en transición energética al subir el IVA para vehículos híbridos y el hecho de mover la Regla Fiscal para seguir en el derroche de gastos de funcionamiento”.
Por su parte, Fedesarrollo, indicó que de los $11,8 billones que se pretenden recaudar con la ley de financiamiento, $5 billones se recaudarían a través del anticipo de la regla fiscal de 2026. Además, se espera que la Dian logre un recaudo de $1,6 billones y lo derivado de impuestos permitiría reunir otros $4,9 billones, pero estas cifras son menores a las que originalmente se proyectaban para el cierre de 2025. (Lea en CONtexto ganadero: Así afectaría la reforma tributaria al sector agropecuario)
Desde la perspectiva macroeconómica, la reforma recogería 0,3 % del PIB el próximo año, y alrededor de 0,1 % en 2026, por lo que en 2027 el impacto sería de prácticamente cero, lo que, según el centro de pensamiento, es una muestra que el Gobierno reconoce que ya no hay margen para aumentar la carga tributaria.
Reforma inoportuna
A su turno, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, señaló que el país debe evaluar el alcance de una reforma de esta magnitud en medio de un momento de desaceleración y estancamiento económico. “Este año el ritmo sigue siendo lento, con un 0,7 % en el primer trimestre y un 2,1 % en el segundo, que no se puede interpretar como un camino de reactivación, pues está mucho más explicado por el incremento de los gastos en burocracia y de la administración pública, cuyo crecimiento fue superior al 13%”.
Calificó como un golpe bajo a la economía y a los colombianos una nueva reforma tributaria en las actuales circunstancias del país y bajo la presión de un presupuesto desfinanciado por $12 billones, cuyo proyecto presentado por el Ministerio de Hacienda, registra un incremento en los gastos de funcionamiento para el 2025, del 6.8 % y en contraste un desplome en la inversión cercana al 17 %, justo cuando se requiere más formación de capital para dinamizar la golpeada economía.
Entre tanto, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, señaló que se radicó una reforma tributaria para aumentar el gasto público más de lo que soporta la economía. El proyecto incluye no cumplir la regla fiscal, se queja el gobierno del alto costo de la deuda y genera más razones para que las tasas que nos cobran suban
Se vende la idea de que los impuestos a las empresas bajarán y suben las ganancias ocasionales incentivando la informalidad, y peor aún, se sube la tasa de impuesto mínimo (renta presuntiva) del 15 al 20 %. Aún si las empresas producen pérdidas deben pagar esta tasa. Muy peligroso para las empresas en problemas. (Lea en CONtexto ganadero: Ley de Financiamiento, una reforma tributaria disfrazada)
Por eso, dijo, la conversación que hay que dar seriamente no es la de una reforma tributaria totalmente inconveniente, la discusión es sobre el monto del gasto que podemos hacer como Nación hoy en día.
Añadió que “flexibilizar la regla fiscal no es más que aumentar el endeudamiento de un país que todos estamos de acuerdo está demasiado endeudado. Este es un problema que se devuelve rápidamente porque no solo tendremos que pagar esa deuda adicional, sino que los mercados, como ya está demostrado, nos van a cobrar mayores intereses a todos”.
A su vez, la Alianza Aliadas, que agrupa a diversas empresas de sectores productivos en Colombia, manifestó su profunda preocupación por los impactos que la reciente reforma tributaria podría tener sobre la estabilidad macroeconómica y el crecimiento económico del país. Para la alianza, resulta alarmante que se impongan nuevas cargas tributarias sin abordar de manera efectiva los problemas estructurales que limitan el desarrollo del país.
Sostuvo que en lugar de incrementar los impuestos, el enfoque debería estar en la optimización de los recursos públicos existentes, especialmente en aquellos sectores donde la ejecución ha sido ineficiente. La alianza considera que la mejor reforma sería aquella que implemente una política de austeridad en el gasto, redirigiendo los recursos inmovilizados en fideicomisos y reduciendo los aumentos en los gastos de funcionamiento del Estado. “Esto permitiría liberar recursos para áreas productivas claves como la infraestructura, la tecnología y la educación, sin comprometer el crecimiento a largo plazo del país”, puntualizó la organización.
Aliadas advirtió que la nueva reforma impone mayores gravámenes sin ofrecer un enfoque claro en el crecimiento económico. Aunque se ha planteado una reducción del impuesto a las empresas, la alianza considera que los efectos de esta medida no serán visibles en el corto plazo, y el impacto real en la economía sigue siendo incierto. (Lea en CONtexto ganadero: La reforma tributaria de Petro se centra en los impuestos a personas naturales)
El profesor de la Universidad de los Andes, Sergio Cabrales, indicó que hasta la factura del gas podría subir si la reforma pasa tal y como fue presentada. Sostuvo que el proyecto incluye un aumento de un poco más del 4 % en la factura del gas natural debido al incremento del impuesto al carbono en $100 por m³, afectando a los 11,5 millones de familias, comercios, usuarios de gas natural vehicular (GNV) e industrias que lo utilizan.
Los partidos
El presidente del Senado, Efraín Cepeda, afirmó que “lo responsable con los colombianos es que se discuta de cara al país esa reforma. Entregar un cheque en blanco por $12 billones, es un cheque que puede salir chimbo, porque si en vez de 12 aprobamos 6 u $8 billones, entonces tendremos que recortar $4 billones (al Presupuesto)”.
El senador recordó que el año pasado se entregó otro “cheque en blanco” de $15 billones para el Presupuesto de 2024 que se iban a recaudar en tribunales de arbitramento, pero al final no se lograron y ello derivó en un recorte de $20 billones a la billetera estatal.
Igualmente, el partido Centro Democrático manifestó su rechazo al nuevo proyecto de ley de financiamiento presentado por el Gobierno. Según un comunicado, la economía nacional no puede soportar más cargas impositivas, ya que estas afectarán diversos sectores clave, entre ellos el de los combustibles, impactando directamente el costo de vida de los colombianos.
También señaló que el país no necesita más reformas tributarias, sino una urgente reducción de impuestos que alivie la economía y evite su parálisis. Además, hizo un llamado al Gobierno a implementar medidas de austeridad, destacando la importancia de ajustar sus finanzas y recortar los gastos de funcionamiento, en lugar de seguir gravando a la población.