La solicitud de conformar una “bolsa de recursos” para aumentar el consumo de leche procesada la hizo el Consejo Gremial de la Leche pues mientras el eslabón primario realiza un esfuerzo para resolver la situación de bajos precios pagados al productor con aportes del Fondo de Estabilización de Precios, las importaciones de leche por parte de la industria continúan creciendo.

En una comunicación enviada al ministro de Agricultura, el Consejo Gremial de la Leche (CGL) plantea que la coyuntura actual de este sector no es de “enlechada” por sobreproducción sino por caída del consumo, acentuada por la “enlechada artificial” de las importaciones.

Para la entidad gremial no es razonable que mientras los ganaderos han debido botar su producción de leche, la industria disminuye las compras y baja el precio, pero sus importaciones muestran una gran dinámica de crecimiento, “lo cual no se compadece con los mínimos de concertación entre los diferentes eslabones, sobre todo si la industria se ha beneficiado de los recursos de los ganaderos, ni con mínimos de solidaridad, pues la leche que se deja de comprar es, en su mayoría, la de pequeños productores campesinos en condición de pobreza”.

Explican los ganaderos, que el actual nivel de inventarios de leche en polvo no supera las 11,2 mil toneladas, lo cual “indica poca oferta de leche en almacenamiento y no el exceso que la industria ha querido mostrar para justificar sus importaciones”.

Agregan que una demostración más de que la situación actual no está centrada en factores de exceso de oferta -“enlechada”-, sino de contracción de la demanda, como lo indican las cifras del DANE, referidas a la producción de leche sin elaborar que presentó un incremento de apenas 2,6 % en el segundo trimestre, explicado por las condiciones climáticas secas registradas en el país durante buena parte de dicho periodo;

Le reiteran al ministro en la comunicación, que la coyuntura no es de “enlechada” por sobreproducción, porque además la industria nunca ha superado el 50 % del acopio de la producción total, sino por caída del consumo, acentuada por la “enlechada artificial” de las importaciones.

El aporte de los ganaderos

Reclaman que el esfuerzo realizado por los ganaderos para contribuir a mitigar la caída del consumo a través de los programas de estabilización administrados por el Fondo de Estabilización de Precios para el Fomento de la Exportación de Carne, Leche y sus Derivados (FEP), no tuvo la respuesta esperada.

En efecto, entre mayo y julio se llevó a cabo un primer programa de estabilización para el mercado interno, con pago de compensaciones a la industria por $1.172,9 millones. Un segundo programa, con vigencia entre agosto y octubre, tiene un presupuesto de $3.000 millones y, adicionalmente, el programa de estabilización para el fomento de la exportación de productos lácteos cuenta con un presupuesto de $1.000 millones, ejecutables en lo que resta de 2020.

Enfatiza el CGL que son recursos aportados por los ganaderos colombianos con el norte de sacar más leche procesada al mercado interno, sobre todo en los sectores más vulnerables, y también para ofrecer lácteos con precio competitivo a los mercados internacionales, con lo cual se esperaría que la industria amplíe el acopio de leche, pero que resulta contradictorio que “mientras el eslabón primario realiza un esfuerzo para resolver la situación, las importaciones de leche por parte de la industria continúen creciendo, pues es leche que deja de comprársele al ganadero”. “Hoy, con cierre al mes de junio, el acumulado supera las 48 mil toneladas, es decir, un crecimiento de 14% en apenas 30 días”.

Lo anterior, le dice el CGL al ministro Rodolfo Zea, “no se compadece con los mínimos de concertación entre los diferentes eslabones, sobre todo si la industria se ha beneficiado de los recursos de los ganaderos, ni con mínimos de solidaridad, pues la leche que se deja de comprar es, en su mayoría, la de pequeños productores campesinos en condición de pobreza.

Conformar una “bolsa de recursos”

En consecuencia plantean que a ‘problemas de consumo soluciones de consumo’, en las que, sin embargo, no sea solamente el sector ganadero el aportante y quien haga el esfuerzo económico, sino también la industria a partes iguales, y el Gobierno, interesado en reducir el problema de salud pública derivado del alto consumo de leche cruda y, sobre todo, en disminuir la inequidad prevalente.

“De ahí mi insistencia, señor ministro, en la creación de un fondo común en el que productores, industriales, Gobierno Nacional y demás actores que quieran ser parte de esta iniciativa, se unan para conformar una “bolsa de recursos” orientados a aumentar el consumo de leche procesada en las poblaciones vulnerables, especialmente de estratos 1 y 2, en donde el consumo de esta proteína es marginal”.

Advierte el CGL que de no tomarse medida alguna, el problema se profundizará con más importaciones, a partir de un nuevo cupo preferencial que se activará en menos de cuatro (4) meses, permitiendo el acceso al país, sin aranceles, de más de 20.000 toneladas de leche en polvo, 12.969 provenientes de Estados Unidos y 7.200 de la U.E., con el agravante de que la protección arancelaria para las importaciones por fuera de estos cupos será de apenas 11% para las de USA y 42,9% para las de la Unión Europea.

Finalmente piden un espacio de discusión con miras a la construcción conjunta de un mejor futuro.

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