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PorCONtexto ganadero-21 de Noviembre 2024
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Por - 01 de Mayo 2022
Así lo indica un informe del Banco Mundial publicado el 30 de abril, en el que señala que ha comenzado el cambio hacia patrones de comercio más costosos; la transición hacia una energía más limpia podría retrasarse. Los recientes acontecimiento han comenzado a agitar el fantasma de la estanflación.
Así lo indica un informe del Banco Mundial publicado el 30 de abril, en el que señala que ha comenzado el cambio hacia patrones de comercio más costosos; la transición hacia una energía más limpia podría retrasarse. Los recientes acontecimiento han comenzado a agitar el fantasma de la estanflación.
La guerra en Ucrania ha causado una gran conmoción en los mercados de productos básicos, alterando los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de forma tal que los precios se mantendrán en niveles históricamente altos hasta fines de 2024, según se afirma en la edición más reciente del informe del Banco Mundial titulado Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos).
El aumento de los precios de la energía en los últimos dos años ha sido el más pronunciado desde la crisis petrolera de 1973. El aumento de los precios de los productos básicos alimentarios —de los cuales Rusia y Ucrania son grandes productores— y de los fertilizantes, en cuya producción se utiliza el gas natural como insumo, ha sido la más marcada desde 2008.
"En conjunto, esto representa la mayor crisis de productos básicos que hemos experimentado desde la década de 1970. Como ocurrió entonces, la crisis se ve agravada por el aumento de las restricciones al comercio de alimentos, combustibles y fertilizantes", dijo Indermit Gill, vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial. "Estos acontecimientos han comenzado a agitar el fantasma de la estanflación. Los responsables de formular políticas deben aprovechar todas las oportunidades para elevar el crecimiento económico en sus países y evitar tomar medidas que causen daños a la economía mundial”.
Se espera que los precios de la energía aumenten más del 50 % en 2022 antes de atenuarse en 2023 y 2024. Asimismo, se prevé que los precios no energéticos, incluidos los de los productos agrícolas y los metales, se incrementarán casi un 20 % en 2022 y también se moderarán en los años siguientes. No obstante, según las proyecciones, los precios de los productos básicos se mantendrán muy por encima del promedio quinquenal más reciente. En caso de que se prolongue la guerra o se apliquen sanciones adicionales a Rusia, los precios podrían subir aún más y mostrar más volatilidad de lo que se prevé en la actualidad.
Debido a las alteraciones en el comercio y la producción relacionadas con la guerra, se espera que el precio del petróleo crudo Brent ascienda, en promedio, a los USD 100 el barril en 2022 —el nivel más alto desde 2013—, lo que representa un aumento de más del 40 % en comparación con 2021. Se prevé que este valor se moderará hasta llegar a los USD 92 en 2023, aún muy por encima del promedio quinquenal de USD 60 el barril. Adicionalmente, las proyecciones indican que los precios del gas natural (europeo) llegarán en 2022 al doble de los de 2021, mientras que los del carbón serán un 80 % más altos, ambos en máximos históricos.
"Los mercados de productos básicos están experimentando una de las mayores crisis de la oferta en décadas debido a la guerra en Ucrania",señaló Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, que elabora el mencionado informe. "El consiguiente aumento de los precios de los alimentos y la energía está generando un alto costo humano y económico, y probablemente frenará los avances en la reducción de la pobreza. La suba de los precios de los productos básicos exacerba las presiones inflacionarias, ya elevadas en todo el mundo".
Se prevé que este año los precios del trigo aumentarán más del 40 % y alcanzarán un máximo histórico en términos nominales. Esto ejercerá presión sobre las economías en desarrollo que dependen de las importaciones de trigo, en especial las que provienen de Rusia y Ucrania. Según las proyecciones, los precios de los metales se elevarán un 16 % en 2022 para atenuarse luego en 2023, pero se mantendrán en niveles altos.
"Los mercados de productos básicos están sometidos a una enorme presión; algunos precios llegan a récords históricos en términos nominales", señaló John Baffes, economista sénior del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial. "Esto tendrá efectos indirectos duraderos. El marcado aumento de los precios de los insumos, como la energía y los fertilizantes, podría dar lugar a una reducción en la producción de alimentos, en particular en las economías en desarrollo. La merma en el uso de los insumos afectará la producción y la calidad de los alimentos, lo que a su vez influirá en su disponibilidad, en los ingresos rurales y en los medios de subsistencia de los pobres".
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