En la biotecnología reproductiva bovina todavía hay mucho por hacer porque, de hecho, la inseminación artificial aún está muy poco difundida y debería ser el primer paso para algunos ganaderos.
Así lo planteó el médico veterinario y gerente del laboratorio Bioembrio, Juan David Peláez, quien señaló que, si la inseminación artificial todavía no está muy difundida, sobre todo en hatos de carne, la fertilización in vitro tiene mucho más futuro porque hay una gran población ganadera para impactar.
Bioembrio se creó de un grupo de profesionales donde cada uno se dedicaba a labores de campo en temas de biotecnología. Una bióloga con doctorado en biotecnología, que trabajaba con embriones, incluso humanos; un aspirador experto en aspiración folicular, y un técnico que trabajaba temas reproductivos y de inseminación.
Ellos tres se unieron y crearon en el año 2019 un laboratorio en Pereira que se llama Bioembrio, con el ánimo de prestar servicio a la región del Eje Cafetero, el Valle del Cauca, Antioquia y el Magdalena medio.
Lo que busca la tecnología de fertilización in vitro es utilizar estratégicamente las hembras comerciales que los ganaderos tienen y ponerlas a parir, ya no sus terneros convencionales, sino animales superiores. (Lea en CONtexto ganadero: La fertilización in vitro como herramienta para ser más competitivos)
De esta manera un ganadero puede utilizar ese vientre para reproducir hembras girolandas o brangus o cualquier animal superior, siendo una manera de optimizar el uso de las receptoras para multiplicar genética superior.
Cercanía con los productores
El buen resultado de un laboratorio como este depende de muchos factores como una buena selección de las receptoras, pero también de estar cerca de los centros de producción de los ganaderos.
En Bogotá y Antioquia, por ejemplo, existen varios laboratorios como este, pero en el Eje Cafetero no había y la idea es que pase el menor tiempo posible entre que los ovocitos están en el ovario de la vaca y llegan al laboratorio a fertilizarse, e igualmente después que los embriones están en la incubadora deben pasar el menor tiempo posible entre este y el útero de las receptoras.
El profesional señaló que ahora están iniciando en sociedad un nuevo laboratorio en Aracataca (Magdalena), que se llama Gemalab, y con el cual esperan atender gran parte de la zona de la costa norte de Colombia.
Por eso crearon el laboratorio en este lugar porque así se abarcaba una parte importante del centro del país, pero querían también hacer presencia en la costa norte de Colombia porque solo existen laboratorios en Montería y se escogió Aracataca porque tiene influencia en los departamentos de Magdalena, Cesar, Atlántico y La Guajira, que tienen bastante tradición ganadera.
A partir de ahí se hizo una nueva alianza y se formó Gemalab que espera prestar servicios de multiplicación de buena genética para los ganaderos de esa región del país.
La técnica
De acuerdo con el experto, esta es una técnica que busca tomar animales superiores de cualquier raza y multiplicarlos a partir de las donadoras, aspirarles los ovarios, sacarles los óvulos que tienen disponibles, madurarlos de manera artificial en un laboratorio, fertilizarlos con semen de óptima calidad, producir los embriones y siete días después introducirlos en vacas que siete días antes han entrado en celo. Así, tanto el embrión como el útero de la vaca estarán en el día siete y así se puede asumir que va a haber un match entre el embrión y el útero y esa vaca va a asumir como propio ese embrión. (Lea en CONtexto Ganadero: Cómo mejorar la reproducción bovina in vitro)
De esta manera también se puede hacer cruzamientos entre razas. Hoy día, es común el cruce entre gyr y holstein que busca sumarle a las ventajas de adaptación del gyr, las de producción de leche de la holstein.
La idea es poder democratizar el acceso a la genética estando más cerca de los centros de producción y se espera poder hacer convenios con agremiaciones, comités ganaderos, para ofrecer esta alternativa.
No obstante, Peláez señaló que la limitante es que se necesitan mínimo 25 receptoras para poder desplazar un técnico a un día de trabajo en el que hace las sincronizaciones y la transferencia de embriones, pero para eso es que se buscan esos convenios en el que se puedan atender varios ganaderos de un gremio haciendo un recorrido por varias fincas.
El avance genético de esto, comparado con una inseminación artificial, que es lo que más está difundido en campo, es por lo menos de diez años, es decir, se hace un salto genético realmente importante porque puede multiplicar toros top y hembras top en las hembras comerciales.
La otra gran ventaja de la técnica es que puede utilizar pajillas de muy alto valor y buena calidad y con una pajilla completa de semen sexado puede fertiizar hasta lo producido por 10 o 12 vacas, mientras en la inseminación artificial se gasta una pajilla completa en una vaca que puede o no quedar preñada.