La historia de las exportaciones colombianas está estrechamente vinculada con Venezuela, especialmente durante los últimos años de la década de 1990 y principios de los 2000. La proximidad y la demanda de Venezuela proporcionaban un mercado sencillo, con una logística simple que implicaba principalmente transporte terrestre y requisitos básicos de refrigeración. Sin embargo, el mercado venezolano comenzó a decaer alrededor de 2009, obligando a Colombia a buscar nuevas oportunidades.

Cubillos describe este periodo como una «ilusión» para la industria ganadera colombiana. La bonanza venezolana brindó un impulso temporal, pero su eventual cierre dejó un vacío que Colombia tuvo que llenar explorando otros mercados internacionales. Este cambio no solo fue geográfico, sino también en la sofisticación de la logística y la tecnología involucrada en las exportaciones de carne.

El auge de los mercados especializados

Hoy en día, el panorama de las exportaciones colombianas es muy diferente. Como describió Cubillos, gracias a la gestión de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), a través del Fondo de Estabilización de Precios (FEP), se retomó el dinamismo con la apertura de nuevos mercados.

El país ahora atiende 27 destinos, incluidos países tan distantes como Rusia, Medio Oriente y el norte de África. Esta expansión es un testimonio de los avances en la infraestructura de exportación de Colombia, particularmente en términos de logística y tecnología de refrigeración.

«El negocio ha cambiado drásticamente. En Venezuela era una operación sencilla: transporte terrestre, refrigeración básica. Pero hoy estamos tratando con mercados al otro lado del mundo. La logística es más compleja y la refrigeración es altamente sofisticada», anotó. (Lea en CONtexto ganadero: Urgen medidas para evitar el deterioro de las exportaciones ganaderas: Lacouture)

Este salto en tecnología es crucial, ya que garantiza que la calidad de la carne colombiana se mantenga a lo largo del largo y, a menudo, arduo viaje hacia los mercados internacionales. La capacidad para gestionar una logística tan avanzada no solo ha abierto puertas a nuevos mercados, sino que también ha posicionado a la carne colombiana.

Las normas sanitarias como un factor clave

Un factor significativo detrás de este éxito son los mejores estándares sanitarios de Colombia, particularmente en el mantenimiento del estatus de libre de fiebre aftosa. Este logro ha sido fundamental para acceder a mercados más exigentes, donde las estrictas regulaciones de salud son un requisito previo para la entrada. «Estar libres de fiebre aftosa nos ha llevado lejos», señaló Cubillos, enfatizando la importancia de estos estándares en el mercado global.

El futuro de las exportaciones ganaderas colombianas

A pesar de las tendencias globales que favorecen proteínas más económicas como el pollo y el cerdo, las exportaciones de carne bovina de Colombia han continuado prosperando. El sector ganadero del país, que abarca carne, animales vivos y lácteos, ahora ocupa el cuarto lugar en exportaciones agropecuarias, solo por detrás del café, las flores y el banano.

Cubillos reconoce los desafíos que plantean las preferencias cambiantes de los consumidores, pero se mantiene optimista: «Aunque el mundo está comiendo más pollo y cerdo, nuestro sector bovino sigue creciendo. Esto se debe a la calidad de nuestro producto y a los recursos que hemos invertido para llegar a estos nuevos mercados».