Aurelio Iragorri Valencia, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, debe responder por un nuevo escándalo en el que su nombre se ve involucrado. Ya en el pasado también se cuestionó su participación como miembro de la junta del Fondo Nacional del Ganado.   Como parte de sus funciones, el titular de la cartera de Agricultura en Colombia tiene la de presidir varias de las juntas directivas de entidades relacionadas con el sector, en las cuales tiene un importante poder decisorio, de veto en muchas de ellas.   2 días han pasado desde que el senador Jorge Robledo del Polo Democrático denunciara que el Banco Agrario le giró recursos por $120 mil millones a la brasileña Odebrecht, decisión que ha generado todo tipo de polémicas, pero especialmente de malestar entre quienes conforman el sector agropecuario que a diario deben enfrentarse a todo tipo de trabas a la hora de acceder a un crédito. (Lea: Banco Agrario no presta fácilmente a ganaderos pero sí a Odebrecht)   Francisco Solano, en ese momento presidente del Banco Agrario dijo a La República que se trató de un crédito puente, con una fuente de pago que en su momento era el cierre financiero y con una garantía líquida correspondiente a unos certificados de la Fiduciaria de Occidente.   “La aprobación del crédito se hizo con la facultad legal que tiene el Banco respetando todas las políticas de atribución, incluso por el monto, en su momento se aprobó por la junta directiva”, declaró.   Esa junta directiva se encuentra presidida por Aurelio Iragorri Valencia, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, quien como en tantas otras oportunidades no asistió a la reunión del día en el que se avaló la decisión, sino que envió a un delegado. (Lea: MinAgricultura ha adjudicado "a dedo" más de USD1.000 millones: Lafaurie)   Así lo dejó en evidencia José Roberto Acosta, abogado, docente y economista, quien reveló el acta de la entidad el día de la aprobación del crédito en la que aparece Arturo Dajud Durán, delegado del Ministerio de Agricultura. La misma figura utilizó Mauricio Cárdenas Santamaría, ministro de Hacienda, que envió a Andrés Escobar.   Lo cierto es que Iragorri, que es quien debe responder por la actuación de su cartera, no ha emitido pronunciamiento alguno sobre el tema cuando su responsabilidad es la de presidir la junta directiva que aprobó el millonario crédito.   El malestar entre los productores rurales es enorme y muchos de ellos reclaman conocer las razones que llevaron a que se tomara una decisión de este tipo. Muchos señalan que la misión de la entidad con énfasis en el desarrollo rural y la productividad agropecuaria se dejó a un lado para favorecer a un cliente que en nada tiene que ver con esos preceptos.   A Iragorri Valencia parece haberle importado poco la vocación agrícola del país, de la que tanto habla pero por la que tan poco se ha hecho en materia de créditos, los cuales siguen siendo uno de los principales obstáculos del campesino, el cual se ve obligado muchas veces a acudir a la banca privada o al famoso ‘gota a gota’ y debe ver como se despilfarran recursos que hubieran favorecido a cientos de miles de familias. (Lea: ¿Cómo escoge Iragorri los encuentros a los que asiste?)   De igual manera surge entre el campesinado el interrogante de si es este el único caso o si hay otros más en los que el dinero destinado a favorecerlos terminó en otros frentes distintos a los que debería que es el apalancamiento de las necesidades que hay en el sector rural.   No es la primera vez que sucede algo con Iragorri como miembro de junta   Algo muy similar había sucedido ya con Iragorri Valencia como presidente de junta directiva. Por su rol como ministro de la cartera de Agricultura tenía dentro de sus responsabilidades presidir la del Fondo Nacional del Ganado, labor que resultó en la posterior liquidación de la entidad.   A las reuniones en las que se definía el futuro de uno de los fondos parafiscales con mejores resultados del país decidió dejar de asistir y enviar a uno de sus viceministros para que se encargara de tomar decisiones. (Lea: Iragorri cumple 2 años sin haber pasado del “startazo” del sector)   Al final, el país pudo ver como producto de lo anterior el Fondo dejó de ser administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán y pasó a manos de Fiduagraria y en menos de 6 meses se encontraba ya inmerso en un proceso de liquidación.   El abandono ha sido tal que desde todas las regiones del país los ganaderos siguen reclamando la ayuda que se brindaba cuando el Fondo era administrado por el gremio cúpula, porque no hay quien les preste asistencia técnica, tampoco se ha seguido adelante con los programas que se adelantaban y lo peor: nadie responde por nada.   Cerca de 30 meses han pasado desde que Aurelio Iragorri Valencia llegó a la cartera y son más las dudas que las respuestas. Lo cierto es que Colombia, país con enorme vocación agrícola, debe ahora esperar si se logran recuperar esos millonarios recursos y que el MinAgricultura explique los criterios que se tuvieron en cuenta para dar el aval a esa solicitud crediticia.