Que la leche tiene rastros de antibióticos, las cantidades de sólidos y grasa son bajas o que en el lácteo hay agua, son algunas de las excusas usadas por las compañías para no pagarles las bonificaciones a los productores. Este tipo de estrategias son frecuentes en épocas de exceso de producción. El papel que juega la industria en la cadena lechera sigue generando informidades entre los productores, quienes ven como estas no solo pagan cada vez menos por el lácteo sino que apelan a cualquier tipo de maniobra para desconocer el trabajo que vienen haciendo. (Lea: Productores piden aumento de bonificaciones para pago de leche) Ese malestar fue denominado por Giovanni Pinilla, presidente de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté como un “golazo que las empresas lecheras nos metieron a los productores”, ya que los incentivos que deberían percibir en cada quincena quienes se dedican a la lechería, varían ante cualquier eventualidad que ocurra, así no sea cierta. Pinilla aseveró que además de trabajar en el gremio de esa zona del país, tiene un laboratorio de análisis de leche avalado por el Invima. Allí constantemente llegan muestras del producto para que sean evaluadas, debido a que en las colillas de pago las empresas que acopian les dicen a los ganaderos que su materia prima tiene problemas. “Acá llegan los productores molestos porque en las colillas les dicen que tienen rastros de agua, antibióticos, las Unidades Formadoras de Colonia están muy altas o los sólidos son bajos. Muchas veces es cierto y en otras ocasiones no, por lo que lo que nosotros cuestionamos es que no hay quien controle ni regule las acciones de la industria”, criticó. (Reportaje: ¿Cuál es la estructura de costos de los productores lecheros?) Por su parte, Víctor Fajardo, presidente de la Federación de Ganaderos de Boyacá, Fabegán, indicó que las empresas lácteas pagan los incentivos voluntarios cuando las circunstancias y las situaciones del mercado lo permitan, factor que aunque no lo consideró malo, significa que bajo el entorno en el que se concibió la actual resolución que fija los precios se creó un instrumento perverso. Agregó que la tarifa del lácteo tiende hacia la baja en momentos en los que puede haber sobreoferta o sin que lo esté, dependiendo de situaciones como las importaciones o cualquier tipo de consideración de esta naturaleza. Escuche las declaraciones del dirigente regional.
“Todos quisiéramos que estas bonificaciones que entre comillas son llamadas voluntarias fueran revisadas nuevamente, a efecto de que algunas pudieran terminar siendo de carácter obligatorio porque entre otras cosas está circunscrito a la calidad de la leche, y en la medida que sea un producto de alta calidad, yo diría que la industria por lo menos debería reconocer el esfuerzo que están haciendo los ganaderos por obtener un lácteo en óptimas condiciones”, argumentó. (Lea: Industria manipula bonificaciones voluntarias para bajar precio de leche) En tanto, Mariano Restrepo Flórez, presidente de la Asociación Regional de Ganaderos del Norte, Asoganorte, en Antioquia, aclaró que las empresas no han reducido el precio eliminando las bonificaciones obligatorias, entre las que se encuentran el pago por leche fría, certificación de hato libre de brucelosis y tuberculosis, Buenas Prácticas Ganaderas, BPG; y Unidades Formadoras de Colonia, UFC. Por el contrario, en la resolución 017 se especifica que las voluntarias son desembolsos adicionales que el comprador le otorga al proveedor de manera autónoma. “Esas son las bonificaciones que las empresas están tocando, que como dice la resolución son voluntarias. Entonces la industria decide si la da o no, luego de pactarla con el ganadero o con la asociación”, declaró Restrepo. (Lea: Productores de Cundinamarca denunciaron caída en pago de leche) Son más las voces de los productores que le piden al Ministerio de Agricultura ponerle freno a los abusos de la industria, que no estimula a los productores sino que trata de reducir a toda costa lo que paga por la materia prima.