Mientras producción y acopio aumentan y los ingresos al productor disminuyen, industria aumentó desproporcionadamente precio al consumidor, además, afirma la existencia de enlechada cuando existen 15.000 toneladas de inventarios. Las lluvias, la mayor importación, la oferta y las modificaciones de negociación presionarán precios a la baja.
En razón a que no hemos podido encontrar un punto de convergencia entre todos los sectores del encadenamiento productivo solicitaré a la vicepresidencia de la República y al ministerio de Agricultura, incorporar los temas respectivos en el pacto de crecimiento del sector lácteo colombiano. “Esto en razón a que se siguen dando vueltas en un tema que amerita una respuesta urgente”, manifestó en el marco de la última sesión de la Cámara Gremial de la Leche (CGL) realizada el pasado viernes de manera virtual, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán.
El dirigente hará llegar una carta al alto gobierno –que lidera el citado pacto de crecimiento– para que tome las riendas de las inequidades que se vienen presentando en el sector lácteo nacional.
Aunque se refiere a la cadena productiva enfatizó que también afecta a los productores pues son el primer eslabón de esta. (Lea: Espaldarazo del Gobierno a productores de leche)
Variables internas
Por su parte Oscar Cubillos, jefe de la oficina de Planeación y de Estudios Económicos de Fedegán-FNG, explicó que existen variables internas que deben corregirse ya que mientras el país se encontraba sumido en la cuarentena propiciada por el COVID 19, la industria procesadora incrementó los precios al consumidor de manera desproporcionada.
Mientras la inflación acumulada en Colombia es de 1,5 % sucedió que solo en el mes de marzo la industria aumentó el precio al consumidor en ese porcentaje, es decir, que en un solo mes aumentó lo de todo el año. Posteriormente en abril volvió a incrementarlo en 1,1%.
“Esto desconociendo que el acopio de leche líquida ha crecido entre enero y agosto en 7,1% con respecto al mismo periodo de 2019”, sostuvo.
A eso se une otra circunstancia y es que la producción de leche cruda creció 9 % (DANE) y no obstante, la industria procesadora ha dejado de comprar leche.
En el entretanto se observa un deterioro real de ingresos debido a la baja del 3 % en el precio pagado al productor, es decir, el pago que recibe el ganadero por la venta por cada litro de su leche. (Lea: ¿Qué pasa con la leche?)
Al mismo tiempo las bonificaciones voluntarias terminaron convirtiéndose en un comodín. Cuando no hay leche la industria reconoce mejores valores, pero si se registra abundancia reconoce un menor valor sobre las mismas.
“Según las cifras hay más leche en el mercado y la industria debería revisar esta situación”, agregó Cubillos.
La presión
La situación de 2020 ha sido difícil por la pandemia, la cuarentena, y las lluvias. La comercialización de leche liquida se disparó en marzo, abril y mayo, pero desde junio -con cifras de desempleo creciente- el consumo disminuyó y en julio y agosto la tendencia es decreciente.
En materia de lluvias se prevé que las regiones Caribe y Andina tendrán precipitaciones por fuera de lo normal. Esto indica que habrá oferta de leche y buenos precios.
Pero todo indica que en esta situación intervendrá la industria para sacarle ventaja la cual contaba en marzo con 19.000 toneladas de leche líquida en inventarios y en julio decía que había enlechada cuando contaba con 15.500 toneladas de existencias.
Se presume que esta cantidad la guardará para poder abastecerse al final de año y durante el primer trimestre del 2021, pero especialmente para aprovechar las ventajas del mercado como es el caso del verano y la mayor demanda.
La dinámica del mundo es que no estamos demandando leche en polvo entera sino leche en polvo descremada que tiene niveles de cotización más bajos.
Aumentarán contingentes
Además, aumentan los contingentes de importación y se disminuyen los aranceles. Con Estados Unidos aumentarán de 11.800 a 12.970 toneladas y el arancel bajará de 13 a 11%.
Igual sucederá con la Unión Europea aumentará de 6.800 a 7.200 toneladas y el arancel bajará de 49 al 42 %.
Como EE.UU. tiene mayor cercanía y la logística de exportación es menor, los precios son inferiores, pero los de la Unión Europea, por su lejanía y demás, resultan mayores.
Los contingentes mencionados se llenan rápidamente, solo el de Estados Unidos, se copó antes de terminar el primer trimestre del año 2020. (Lea: Colombia importó 29 veces más lácteos de los que exportó en 1ra mitad de 2020)
De hecho, entre enero y julio las importaciones de productos lácteos en Colombia llegaron a las 59.000 toneladas y se prevé que el año culminará con 80.000 toneladas.
“Las empresas dedicadas a la transformación de leche figuran como importadoras cuando deberían estar utilizando la producción local, máxime que Colombia es el país 11 del mundo en producción de leche”, acotó Cubillos.
Otro factor es que la pandemia ha depreciado todas las monedas del mundo. “Por debajo de Colombia se encuentra México, Uruguay y Argentina”, resaltó.
El litro en Estados Unidos está más caro y el de Colombia está en 32 centavos de dólar que se considera un margen importante.
Recomendó tener cuidado cuando se hable del precio Zomac vs Resolución 12 de 2017, pues este último ha estado en niveles inferiores. Hay que analizar este factor cuando se hable del precio competitivo de exportación.
En este escenario de mayores niveles de lluvias, nuevos contingentes y menores aranceles, la industria tendrá mayores oportunidades de negociación y tratará de presionar para bajar los precios a su acomodo.