Según datos del DANE consolidados por la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, hasta julio de 2024 el país ha importado 38.417 toneladas netas por un valor superior a los 120,7 millones de dólares, lo que refleja un continuo ingreso de productos derivados que afecta directamente a los productores nacionales.
Comparado con el mismo periodo del 2023, el volumen se redujo 16,8 % frente a las 46.155 t que se contabilizaron en ese entonces. Por su parte, el gasto disminuyó 23,2 % respecto a los USD 157,3 millones. (Lea en CONtexto ganadero: Más de USD 108 millones se gastaron en 1er semestre de 2024 para importar lácteos)
Si bien también es una caída de 25 % frente a la cantidad de lácteos importada en 2022 o de 30,3 % frente a enero-julio de 2020, sí sobrepasa en gran medida los volúmenes de los primeros 7 meses de 2017 y 2018 (29,3 % y 35,1 %, respectivamente). Al mirar el valor, el incremento es aún más grande: 57,5 % y 77,8 %.
Aunque a lo largo del año el costo promedio de la tonelada ha disminuido y se ubicó para julio en alrededor de USD 3.143, es aproximadamente USD 648 más alto que el valor que tenía en 2017, o USD 767 más que en 2018. De allí que la diferencia en el costo de las importaciones sea más amplia que el volumen.
Lo alarmante de esta situación es que mientras el país está inundado de productos lácteos importados, los ganaderos colombianos luchan por mantenerse a flote. La crisis del sector lechero nacional se ha agudizado, con muchos productores al borde de la quiebra debido a los altos costos de producción y los bajos precios pagados por su leche.
La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ha sido una de las voces más críticas frente a esta situación. En varias ocasiones, el gremio ha manifestado que las importaciones masivas de lácteos están ahogando a los productores locales, quienes se enfrentan a costos de producción elevados y a la falta de apoyo estatal.
Para hacer frente a la situación, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán, envió una carta a la ministra de Agricultura Martha Carvajalino proponiendo medidas para frenar las importaciones desmedidas de lácteos, que a su juicio están acabando con la producción nacional, de allí la importancia de para proteger a nuestros ganaderos.
Los lácteos importados hasta julio de 2024
La leche en polvo descremada tiene el mayor volumen con 14.644 toneladas por un valor CIF de USD 40,9 millones (34 %). El segundo es la leche en polvo entera con 9.540 t por USD 37,5 millones (31 %), para un total de de 24.184 t de leche en polvo por más de USD 78,4 millones.
En términos de costos, el queso fresco se ubica en el tercer puesto con 2.086 t por USD 14,4 millones (12 %), seguido por los demás quesos con 1.687 t por USD 9,4 millones (7,7 %) y los lactosueros con 8.818 t por USD 9,1 millones (7,6 %). Más abajo están queso rallado o en polvo con 430 t por USD 3,8 millones (3,2 %) y queso fundido con 697 t por USD 3,7 millones (3,1 %).
En la lista continúan yogur, mantequilla, queso de pasta azul, grasa láctea anhidra o butteroil, leche líquida, las demás leches y natas, entre otros, que suman 407 t por un valor CIF de USD 2 millones (1,6 %). (Lea en CONtexto ganadero: Colombia aplica medidas provisionales a la importación de leche en polvo de EE. UU.)
Países de origen de las importaciones de lácteos
Estados Unidos es el principal proveedor, pues el 56 % del costo de los productos importados fue destinado a ese país. En total han entrado 22.969 t por USD 68,2 millones, de las cuales 14.517 t son leche en polvo (entera y descremada) por USD 40,8 millones, sin duda una muestra una alta dependencia de este mercado para el suministro de derivados lácteos.
Le sigue de lejos Bolivia con 3.873 t de leche en polvo entera por USD 15,5 millones (13 %) y el tercero es Chile con 4.197 t por USD 14,8 millones (12 %). A continuación están Polonia con 1.149 t por USD 4,5 millones (3,8 %), España con 826 t por USD 4,3 millones (3,5 %) y Argentina con 1.579 t por USD 4,2 millones.
Otros países de donde provienen los lácteos son Francia, Italia, Alemania, República Checa, Países Bajos, Uruguay, Portugal, Suiza, Bélgica, Dinamarca, México, Canadá, China, Irlanda y Reino Unido. Estos suman 3.824 t por USD 9,2 millones (8 %).
La situación de las importaciones de lácteos en Colombia pone de manifiesto un contraste alarmante: mientras los productores locales enfrentan una crisis, los productos importados siguen llegando al país en grandes cantidades. Este escenario exige una intervención urgente por parte del Gobierno para proteger al sector lechero colombiano y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
En días pasados, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo decidió imponer derechos compensatorios provisionales a la importación de leche en polvo proveniente de EE. UU. Se trata de un gravamen ad valorem de 4,86 % que se suma al arancel que se cobra a las importaciones que entren hasta el 31 de diciembre de 2024, de 4,4 %, para un total de 9,26 %.
Para Fedegán, esta medida resulta «corta» y su presidente ejecutivo la recibió como «pañito de agua tibia», pues se produce luego de que se consumiera por completo el contingente sin arancel de 17.261 t de leche en polvo que ya entró a nuestro país durante este año. (Lea en CONtexto ganadero: «Gravamen a leche en polvo de EE. UU. es un paso en el camino correcto, pero se queda corto»: Fedegán)
«El pasado 13 de septiembre, al enterarme por los registros de la DIAN que ya se había utilizado el 100 % del contingente preferencial, lo que se esperaba, de manera urgente, era que el MinComercio buscara resolver el daño al sector lechero mediante la imposición de la medida compensatoria suficiente. Sin embargo, la misma se quedó corta», manifestó el dirigente.