El estudio ofrece una visión integral sobre la clasificación, usos y desafíos de estos productos a nivel mundial y regional, destacando su papel dentro del contexto agrícola actual como aliados indispensables en la seguridad alimentaria y la competitividad del sector agroalimentario de Colombia.
La baja producción local de abonos y fertilizantes, la dependencia de importaciones y la consecuente vulnerabilidad ante las dinámicas del mercado internacional, generan riesgos para el desarrollo de una cadena alimentaria autoabastecida, lo que plantea obstáculos significativos para el crecimiento del sector agropecuario, señala el estudio de la Bolsa Mercantil de Colombia, el cual ayuda a promover la competitividad en la cadena de alimentos, comenzando desde los insumos esenciales para la producción agropecuaria.
Explica que la disminución en la producción mundial de abonos y fertilizantes de los últimos años responde, entre otras causas, al aumento de los precios del gas natural en Europa, que ha dado lugar a recortes generalizados de la producción de amoníaco, un importante insumo para los fertilizantes nitrogenados.
Agrega que a nivel global, la producción de fertilizantes inorgánicos alcanza aproximadamente los 300 millones de toneladas anuales, de las cuales cerca del 50% corresponde a la urea y el cloruro de potasio, consolidándose como los líderes.
Principales aspectos revelados en el estudio sobre abonos y fertilizantes para Colombia
En Colombia, la baja producción local, la dependencia de importaciones y la consecuente vulnerabilidad ante las dinámicas del mercado internacional, generan riesgos para el desarrollo de una cadena alimentaria autoabastecida, lo que plantea obstáculos significativos para el crecimiento del sector.
El desarrollo de una industria local de fertilizantes, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la búsqueda de fuentes alternativas de nutrientes para los suelos son clave para garantizar la seguridad alimentaria del país.
Los abonos orgánicos se presentan como una alternativa prometedora. Sin embargo, su producción actual aún no alcanza a cubrir ni una cuarta parte de las necesidades del país.
En el mercado colombiano de fertilizantes se transan cada año alrededor de 1.5 millones de toneladas, por un valor de alrededor de $2 billones COP, siendo el segmento dominante el de fertilizantes inorgánicos.
Entre 2012 y 2022, el consumo aparente de abonos y fertilizantes en Colombia creció un 78% a un ritmo promedio anual del 5.9%.
Sobre el amoniaco y la urea, en Colombia no existe potencial para su producción nacional, debido a que prácticamente la totalidad de las reservas probadas de gas en el país ya cuentan con contratos, y, además, su costo de extracción es alto en relación con otros países, lo que hace económicamente más eficiente su importación.
La Bolsa Mercantil de Colombia ofrece oportunidades de inversión para que empresas del sector agropecuario accedan al mecanismo de financiación alternativa con operaciones de repo sobre CDM a través del almacenamiento de productos como abono orgánico, urea, entre otros. (Repos sobre Certificados de Depósito de Mercancías CDM | Bolsa Mercantil de Colombia)
Consulte el estudio sectorial completo aquí (Abonos y fertilizantes: promoviendo la competitividad desde el origen de la cadena alimentaria):
Fuente: Bolsa Nacional Agropecuaria (BNA)