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En enero exportaron más leche en polvo de la Unión Europea que de Estados Unidos

Foto: iStock - Imagen de jcomp en freepik

Los ganaderos colombianos compiten con producciones extranjeras más tecnificadas y costos de producción menores, en muchos casos subsidiadas.

economia

Ni el más grande se salva: importaciones afectan a todos los productores lecheros

por: Pedro Fonseca- 31 de Diciembre 1969

La llegada masiva de leche en polvo y lactosueros importados desde Estados Unidos, la Unión Europea y Sudamérica representa una amenaza para todo el sector ganadero colombiano, sin excepciones.

La llegada masiva de leche en polvo y lactosueros importados desde Estados Unidos, la Unión Europea y Sudamérica representa una amenaza para todo el sector ganadero colombiano, sin excepciones.


Las importaciones de derivados lácteos afectan a todos por igual: tanto pequeños y medianos productores como grandes empresas lecheras enfrentan serios riesgos, independientemente de sus volúmenes de producción, estándares de calidad o nivel tecnológico implementado en sus operaciones.

La competencia extranjera afecta transversalmente a toda la cadena productiva nacional, desafiando incluso a aquellos productores que han realizado importantes inversiones en modernización y mejoramiento de sus procesos.

Ricardo Arenas, médico veterinario especializado con amplia trayectoria en el sector lechero, advirtió que los mercados internacionales, muchos de ellos altamente subsidiados, representan un escenario complejo para la producción nacional.

“El año pasado hubo un poco menos de importación de leche en polvo que en 2023. En 2023 hubo unas condiciones de tasa de cambio y de mercado que hicieron que se importara mucha leche. En 2024 entramos con un inventario muy alto de leche, hubo muy buena producción y en virtud a ello la importación fue un poco menor”, precisó Arenas.

Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2024 se importaron 62.220 toneladas por un valor superior a los 196,1 millones de dólares. Aunque el volumen fue 14 % menor y el costo, 17 % inferior al de 2023, el 2024 fue el cuarto año con las mayores importaciones lácteas de la historia de Colombia.

Por ello, el experto señaló que las perspectivas a largo plazo son preocupantes, ya que los contingentes que actualmente limitan la importación de leche desde Estados Unidos se terminarán este año.

Es importante recordar que para 2025 se permite la entrada de casi 19.000 toneladas libres de arancel, pero a partir de 2026 estas importaciones no tendrán ninguna restricción, lo que podría inundar el mercado colombiano con productos lácteos de EE. UU. sin barreras arancelarias.

Con la Unión Europea el levantamiento de la restricción será en 2028, según se acordó en el TLC firmado. Este año se pueden importar hasta 8.800 toneladas. (Lea en CONtexto ganadero: Importaciones de lácteos cedieron poco terreno en 2024 y no dieron tregua a productores y consumidores)

La preocupación principal radica en que los ganaderos colombianos compiten con producciones extranjeras más tecnificadas y costos de producción menores, en muchos casos porque reciben apoyos del gobierno, como sucede con los lecheros en EE. UU.

Para Giovanni Pinilla, representante legal de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté, los subsidios que reciben estos productores contrastan con la falta de apoyo que han tenido los productores colombianos de parte del Gobierno nacional.

“Por muchos esfuerzos que hagan los productores de tener hatos productivos, rentables, eficientes, saludables, si eso no se ve acompañado de otras acciones por parte del Gobierno, muy difícilmente se va a lograr ser competitivo. No lo hemos logrado en 10, 12 años desde que se firmaron los tratados, ya ad portas de eliminar por completo los aranceles, será muy difícil”, expresó.

De acuerdo con Ricardo Arenas, experto del sector lácteo, las importaciones de leche en polvo bajaron en 2024 frente a 2023 porque hubo una mejor producción nacional, pero también inventarios más altos. Foto: Imagen de Freepik/tawatchai07 en Freepik


Todos los productores, en riesgo


Uno de los aspectos más preocupantes es el impacto sobre los pequeños productores, quienes constituyen una parte significativa del sector.

“En Colombia un porcentaje bastante alto de los ganaderos son muy pequeños. De menos de diez animales tenemos del orden del 39,5 %, y menos de 25 animales suman el 64,3 % de los predios ganaderos”, detalló Arenas.

Con economías de escala limitadas, estos productores enfrentan costos de producción elevados y mayores dificultades para competir en el mercado. Pero si bien estos ganaderos serían los primeros perjudicados, los de mayor volumen de producción no escapan al impacto.

“Si bien es cierto que los grandes productores, gracias a su economía de escala, tienen mejores costos de producción y mayor acceso a técnicas y tecnologías de punta, también enfrentan costos país e intrínsecos considerables que afectan su competitividad”, alertó.

A su juicio, estos grandes ganaderos podrían verse seriamente perjudicados si, a pesar de sus ventajas en economías de escala y tecnología avanzada, no logran mejorar aún más su eficiencia productiva para alcanzar costos competitivos a nivel internacional. De no conseguirlo, el impacto negativo será directo e inevitable para este segmento del sector.

Para hacer frente a esta competencia creciente, el ganadero de Ubaté procura fortalecer su producción mejorando la calidad de su leche (tanto composicional como higiénica), manteniendo el volumen y diluyendo los costos tanto como sea posible. (Lea en CONtexto ganadero: Dólar alto y precios externos frenan importaciones lácteas en el arranque de 2025)

“Para ser competitivos, hay que tener bajos conteos de Unidades Formadoras de Colonia (UFC), bajo recuento de células, un alto porcentaje de grasa. (…) Yo tengo mi predio libre de brucelosis y de tuberculosis, porque es un trabajo personal que he venido haciendo, pero mientras que en otros países eso sería un plus y se vería retribuido económicamente ese esfuerzo, aquí no se ve a pesar de que den unas bonificaciones por esas certificaciones”, comentó Pinilla.

A pesar de la controversia que existe sobre si las remuneraciones adicionales por vender leche refrigerada o mantener hatos libres de brucelosis y tuberculosis son realmente justas, resulta innegable que elevar la calidad es un requisito fundamental para alcanzar niveles competitivos en el mercado actual.

A esta calidad también debe sumarse la necesidad de fortalecer la competitividad del sector a través de la eficiencia productiva, que incluye mejoras en nutrición, genética y comercialización.

“Tenemos que hacer un trabajo muy grande en mejoramiento de la eficiencia productiva, que va de la mano con la reproducción y con la producción individual”, apuntó Arenas.