Los productores manifestaron su preocupación ante la caída en el precio del ganado que se ha presentado tras la aparición de los focos de fiebre aftosa en Boyacá y Cesar, que podrían incidir en las exportaciones y, más grave aún, en el consumo interno de la proteína bovina.   Desde el anuncio del primer caso ocurrido en Sogamoso a principios de este mes, los cebadores ya estaban anticipando un declive del precio, sobre todo por la suspensión del estatus sanitario por parte de la OIE. (Lea: Minagricultura sugiere replantear estrategia para erradicar aftosa)   Si bien se ha visto una caída en el valor de venta del ganado, los expertos han señalado que esto obedece a la dinámica habitual y al ciclo de oferta y demanda de todos los años. Además, las exportaciones representan apenas entre 3 y 4 % del mercado nacional, lo que no influye en gran medida en el precio.   Sin embargo, Paul Rodríguez, propietario de la ganadería El Rosario en Córdoba, señaló que en medio de la incertidumbre que genera la aparición de la enfermedad, se ha empezado a generar especulación en el comercio de ganados.   “Hay mucho comercializador que entra en el juego de influenciar a la gente que no conoce que el impacto de las exportaciones en el comercio de carne en el país es muy bajo”, aseguró. (Lea: Los ganaderos somos los primeros centinelas para proteger el estatus sanitario del país)   Lo mismo opinó otro productor de Córdoba, quien sostuvo que había “muchas especulaciones en la zona” con respecto al precio del ganado, al igual que Carlos Botero, propietario de la empresa Agropecuaria Patio Rico La Ceiba en Antioquia, que advirtió que en las subastas también había caído el valor de los animales.   “La especulación es un hecho. Uno llama a un comprador que la semana pasada estaba ofreciendo $4.000, pero empieza a hablar de la Feria de ganados de Medellín y con esa referencia, intentan bajar el precio”, anotó el productor.   Más allá de este fenómeno, el verdadero sentir de los ganaderos es que hace falta una campaña de fomento al consumo de la carne a nivel nacional, que ha bajado en los últimos años casi un 13 %, al pasar de 20,76 kg en 2012 a 18,1 kg en 2017.   “¿Cuándo nos devolverán los recursos del Fondo Nacional del Ganado para hacer publicidad y decirle a la gente que la aftosa no se transmite? He oído a más de una persona decir que no comen carne porque se pueden contagiar”, lamentó Botero.   En esta misma vía se expresó Rodríguez, quien hizo un llamado al Ministerio de Agricultura para motivar a los hogares colombianos a comprar más proteína roja, con campañas como la recordada “No coma cuento, coma carne”. (Lea: ¿Qué pasó con las campañas de fomento al consumo de carne y leche?)   “En este momento de crisis, el Gobierno debería tratar de incentivar el consumo interno para sostener el precio. (…) Aquí en Colombia tenemos potencial para incrementarlo y tratar de doblarlo a más de 35 kg, y eso ayudaría muchísimo a la ganadería colombiana”, indicó.   Tanto él como el cebador de Antioquia insistieron en que el manejo de los recursos parafiscales regrese a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, con el fin de retomar el rumbo del sector y unir al gremio que ha estado tan dividido.