Graves consecuencias traerá para la región el establecimiento de la zona de contención de la Fiebre Aftosa (FA), demandan que sean resarcidos y advierten que la medida puede llevar a la clausura masiva de la actividad. La Federación de Ganaderos de Boyacá, Fabegán, en carta enviada al Ministro de Agricultura, hace un análisis de los impactos que puede generar en esa región del país la aplicación de la recién expedida Resolución del ICA No. 00011595 del 22 septiembre de 2017. Dicha resolución establece una zona de contención de fiebre aftosa en los departamentos de Arauca, Casanare, Boyacá y Cundinamarca y las condiciones para la movilización de animales y sus productos. En la misiva los ganaderos plantean las graves consecuencias que trae para la región el establecimiento de esta zona, demandan que sean resarcidos y advierten que la medida puede llevar a clausura masiva de la actividad. Víctor Manuel Fajardo Becerra, presidente de esta agremiación, señala que dicha decisión ubicará a la zona en una indeseable condición sanitaria a ojos del resto del país y del mundo, con todo lo que esto significa para el negocio ganadero hacia el futuro. Advierte que dicha medida rompe la igualdad de oportunidades económicas, pues regiones libres con vacunación tendrán la posibilidad de prosperar, exportar los ganados y tener todas las prerrogativas, en tanto que las zonas de contención -que solo por un contingente geográfico fueron afectadas y que coincidentemente son las regiones de minifundio donde la pobreza y la marginación campean-, serán las que llevan a cuestas el costo mayor de este evento infeccioso. El impacto económico Con la medida, el departamento de Boyacá quedará impedido para llevar leche a departamentos como Santander y a la Costa Atlántica en épocas de subabastecimiento. No podrá llevar los bovinos que, del piedemonte Boyacense salen hacia Casanare, del Nororiente del departamento hacia los Santanderes; del Centro, los terneros Normandos que salen hacia Tolima, Antioquia y lo Zona Cafetero. Igualmente ocurrirá con las crías F1 que salen de los hatos lecheros de este departamento a diversas partes de zonas tropicales del país. Señala que los ovinos, que es un mercado en expansión, ya no podrán ser llevados a Nariño, Santanderes y otras zonas del país También se afectará el comercio de los porcinos que salen hacia Casanare. Será un mercado perdido. Entre tanto, estos mercados serán ocupados por productores de las zonas que no tienen las restricciones impuestas para comercialización. Fajardo advierte, que esos mercados difícilmente se recuperan, y que miles de familias que como ganaderos, empleados, facilitadores, proveedores de servicios etc., perderán de súbito y sin preparación alguna el sustento del que viven por quedar ubicados dentro de la zona de contención. Indica que es un castigo no merecido para un departamento como Boyacá que hace 16 años no tiene animal alguno afectado por la fiebre aftosa, que pese a tantas dificultades geográficas ha mantenido coberturas vacunales mayores al 95%. Se respeta al ICA pero falló la socialización El dirigente gremial señala que si bien son respetuosos del ICA, y valoran los esfuerzos que se han hecho frente a esta situación (aparición de la Fiebre Aftosa), cuestionan la manera como fue socializada la resolución 1195. “Han sido desconocidas las organizaciones ganaderas departamentales y municipales, donde viven más del 20 por ciento de los ganaderos del país (En la socialización que como agremiaciones hemos hecho quienes leen el texto publicado se llenan de incredulidad y desconcierto)”. Solicitud de resarcimiento Afirman que la entrada en vigor de dicha medida, además de romper el principio de igualdad ante las cargas públicas, es generadora de perjuicios patrimoniales que deberán ser resarcidos por la administración o, en su defecto, por lo jurisdicción de lo contencioso administrativo a instancias de las asociaciones ganaderas, o ganaderos particulares, que promuevan acciones para tal fin. Finalmente hacen un llamado al Gobierno Nocional, al Ministerio de Agricultura, y a las Gobernaciones de los 4 departamentos, para que expliquen las medidas que habrán de tomarse o este respecto. “No puede ser que la suerte de 90.000 pequeños productores, golpeados por adversidades de toda naturaleza, ahora y como producto de esta decisión, sea el detonante de lo clausura masiva de la actividad, del ensanchamiento de lo indigencia rural y urbana, y la semilla de la indignación y rabia campesina que tanto daño le hizo al País”, concluye la comunicación enviada al gobierno nacional. Lea aquí el texto completo de la carta