La Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN) ve con buenos ojos el reciente anuncio del presidente Gustavo Petro Urrego de iniciar la revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos después de más de una década de entrada en vigor.
Así lo expresó el gremio cúpula de la ganadería colombiana al ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, en donde se puso a disposición de esa cartera para cualquier análisis técnico o económico que pueda requerir sobre el asunto.
“Señor ministro, vemos con agrado que el Gobierno Nacional, en cabeza suya y del señor presidente de la República, hayan decidido hacer la revisión correspondiente de diferentes Tratados de Libre Comercio que conduzcan a un comercio más justo y equilibrado”, manifestó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de FEDEGÁN.
En marzo y mayo de 2003 el Consejo Superior de Comercio Exterior instruyó al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para comenzar la negociación de un acuerdo comercial con Estados Unidos. Después de 13 rondas, el 27 de febrero de 2006 finalizó el proceso y en noviembre de ese año fue suscrito por Washington.
El Congreso de Colombia hizo lo propio en jo de 2007 y un mes después, el presidente de la República sancionó la Ley 1143 “Por medio de la cual se aprueba el ‘Acuerdo de promoción comercial entre la República de Colombia y los Estados Unidos de América’, sus ‘Cartas Adjuntas’ y sus‘Entendimientos’, suscritos en Washington el 22 de noviembre de 2006”. El 15 de mayo de 2012 entró en vigor durante la Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en Cartagena (Colombia).
Balanza comercial deficitaria
Sin embargo, los beneficios para el sector ganadero colombiano no han sido los esperados. En la carta, Lafaurie Rivera recordó que hasta 2010 la balanza comercial del país en leche y derivados lácteos fue positiva. Ya en 2011 se empezaba a notar el impacto del TLC con Mercosur, pero para la época esta ola resultaba relativamente soportable sabiendo que los países de Suramérica se exponen con semejanza a diversas variables que afectan la producción y comercialización de leche, su competitividad y la inserción en mercados internacionales.
“El punto de inflexión sería 2012 con la entrada en vigor del TLC con EE. UU. a partir de mayo. Desde entonces, los volúmenes importados teniendo como origen ese país han sido altamente crecientes, sin desconocer que a esa ya alta cantidad se sumó en 2013 el TLC con la Unión Europea”, agregó el alto ejecutivo.
El presidente ejecutivo de FEDEGÁN reveló que en 2022 “nuestra balanza comercial lechera fue deficitaria en USD 266 millones, al igual que en el primer semestre de 2023 en donde registra un déficit de USD 131 millones. La situación en el corto plazo podrá ser aún más sensible para el sector ganadero colombiano sabiendo que el precio internacional de la leche en polvo viene en constante descenso y que la tasa de cambio actual favorece la importación de lácteos”.
Pero fue más allá al alertar al ministro Umaña y al Gobierno Nacional sobre la situación crítica que se presentará en el sector a partir del 1 de enero de 2026 debido a que se tendrá libre comercio de leche en polvo en el marco del TLC con EE. UU. “Esto, sin duda pondrá gran presión a la baja al precio que se le paga al productor colombiano, que evidentemente debe producir con unos estándares desiguales frente a como los hace un lechero en EE. UU.”, anotó.
Mejorar y aprovechar las condiciones de los subsectores lácteo y cárnico
Vale la pena tener en cuenta que, basado en estos desequilibrios, FEDEGÁN presentó en 2021 una solicitud de activación de salvaguardia al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (contemplada en el TLC con EE. UU.) dado el grave daño que se le estaba ocasionando (y aún ocasiona) al productor colombiano por cuenta de las masivas importaciones de leche en polvo desde Estados Unidos.
En su informe técnico el MinCIT le dio la razón a FEDEGÁN, pero “por razones que aún desconocemos,
una vez evaluados los resultados finales de la investigación por salvaguardia bilateral, el Comité de Asuntos Aduaneros y Arancelarios y de Comercio Exterior no recomendó la imposición de la medida de salvaguardia”, manifestó Lafaurie Rivera.
Las cifras son implacables: la balanza comercial lechera con EE. UU. es ampliamente desequilibrada. En 2022 fue deficitaria en USD 124 millones, mercado al cual se exportaron tan tolo USD 10,1 millones en
leche y sus derivados. Con la Unión Europea la situación comercial es de un déficit de USD 33 millones con exportaciones inexistentes al igual que con Mercosur en donde el déficit comercial lechero llega a USD 26 millones.
En el subsector cárnico la balanza comercial con Estados Unidos también es deficitaria. Mientras los ganaderos colombianos no han logrado exportar ni una libra de carne por falta de admisibilidad, en 2022 llegaron a Colombia 7871 toneladas de carne provenientes del país del norte que tuvieron un valor de USD 44,7 millones. Durante el primer semestre de este año las exportaciones de carne desde EE. UU. totalizaron 3083 toneladas (USD 16,9 millones) y de acá para allá, nada.
El dirigente gremial aprovechó para expresarle al alto funcionario que es preciso aprovechar las condiciones del subsector cárnico para abrir diversos destinos internacionales ya que un mayor dinamismo en las exportaciones de carne colombiana harán que ganaderos que hoy se encuentran en la producción de leche puedan trasladarse de cadena de valor como alternativa útil que les permita generar ingreso y desarrollo en sus territorios.
“El sector cárnico tiene un inmenso potencial que si bien se viene aprovechando aún tiene mucho más para dar, lo que impactará de manera directa en la creación de riqueza para el país y sobre todo en nuestras poblaciones rurales”, concluyó el presidente ejecutivo de FEDEGÁN.