La FAO advierte que necesita 350 millones de dólares para evitar el aumento del hambre en varios países alrededor del mundo, que están resentidos por el impacto de la pandemia de COVID-19 en la seguridad alimentaria.
Actualmente cada vez más personas luchan por tener acceso a alimentos suficientes en países frágiles, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está buscando 350 millones de dólares EEUU para ampliar sus actividades de lucha contra el hambre y de refuerzo de los medios de subsistencia en situaciones de crisis alimentaria en las que el impacto de la COVID-19 podría ser devastador. (Lea: Estos son los 5 países que corren riesgo de sufrir de hambre por COVID-19)
Aunque todavía se desconoce el impacto a gran escala y a largo plazo de la pandemia en la seguridad alimentaria, las evidencias demuestran que en los países que ya están afectados por el hambre aguda, las personas están luchando cada vez más por tener acceso a los alimentos a medida que los ingresos disminuyen y los precios de los alimentos suben.
Si los agricultores no pueden acceder a sus campos o no tienen los medios o posibilidad de comprar semillas y otros insumos para plantar o de adquirir forrajes para sus animales, se perderán las temporadas de siembra, el cultivo se reducirá considerablemente y se perderán también animales. Esto significa que también habrá menos alimentos disponibles, tanto en las zonas rurales como en las urbanas.
De acuerdo a QU Dongyu, director general de la FAO, “no podemos esperar a terminar de ocuparnos de las consecuencias sanitarias para pasar a la seguridad alimentaria. Si no empezamos a aplicar ayudas a los medios de subsistencia ahora, nos enfrentaremos a múltiples crisis alimentarias y a una factura mucho mayor.
Además, Ramesh Rajasingham, secretario general adjunto interino, “cada vez está más claro que las consecuencias de la pandemia van mucho más allá de la salud, por lo que actuar temprano puede prevenir el aumento de la vulnerabilidad, pero también puede ser una forma mucho más rentable de abordar esta crisis”. (Lea: Índice de precios de los alimentos de la FAO cayó por la Covid-19)
Este mismo experto sostiene que los medios de vida agrícolas son fundamentales en la mayoría de los países en lo que trabajamos, ya que son la principal fuente de ingresos para gran parte de las poblaciones vulnerables, pues se basan en temporadas que no se pueden perder ni omitir.
La nueva solicitud de financiamiento de la FAO de USD 350 millones, es aproximadamente el triple que a finales de marzo, pues teniendo en cuenta que han aumentado a medida que se hacen más evidentes los efectos socioeconómicos de la COVID-19.
Esta organización sostiene que se necesita con urgencia financiación adicional para hacer frente a las nuevas necesidades que surjan de la COVID-19, pues las actividades se basarán en el apoyo fundamental para salvar los medios de subsistencia que se está presentando actualmente.
En general, la respuesta humanitaria de la FAO a los efectos del virus se centrarán en mejorar la recopilación y el análisis de datos sobre el hambre para que las organizaciones puedan responder con mayor eficacia, además se quiere mantener la producción de alimentos, incluso ampliando las iniciativas para que los agricultores puedan aprovechar las próximas temporadas de siembra.
También se planea aumentar el apoyo a las actividades post-producción como en el caso de la recolección, almacenamiento, elaboración y conservación de alimentos en pequeña escala y vincular a los productores con los mercados para garantizar que las cadenas de suministro alimentario sigan funcionando. (Lea: Organizaciones internacionales advierten de futura crisis alimentaria)