Solo bastaron los primeros 60 días del año para que la industria comprara las más de 10 mil toneladas de leche en polvo sin este gravamen en el marco del TLC con Estados Unidos. En cuanto al contingente del acuerdo comercial con la Unión Europea, ya se gastó en un 60%.
Según el reporte de la Dian, hasta el 28 de febrero apenas había 213,7 toneladas de leche en polvo disponibles para importar, de las 10 mil 718 que fueron habilitadas desde el 1 de enero de 2019 como parte de los cupos sin arancel estipulados con el gigante norteamericano.
Al país ya ingresaron más de 10 mil 304 t que corresponden al 96,14% del contingente, y hay una cantidad reservada cercana a los 200 kg (1,87%), que ya fue comprada pero no ha sido internalizada. (Lea: 100 % del contingente de leche en polvo de EE.UU. para 2018 ya fue importado)
La rapidez con la que se agotó el cupo este año contrasta con los 2 años anteriores, pues las 8.858 t de 2017 se terminaron a finales de abril y las 9.744 de 2018 se acabaron en los últimos días de mayo. En cambio, en esta ocasión la industria tendrá que pagar impuestos desde marzo si quiere importar más leche sólida.
En cuanto al contingente del TLC con la Unión Europea, que corresponde a 6.400 t para este año, ya se han consumido cerca de 3.800 t (alrededor del 60%). El año pasado, este porcentaje se alcanzó en junio, lo que revela la evidente necesidad por este producto.
Para el economista Óscar Cubillos, experto en el sector ganadero, la explicación más ostensible de este rápido consumo se debe principalmente a la llegada del fenómeno de El Niño. (Lea: Así quedan los contingentes arancelarios de leche en polvo y otros productos en 2019)
“Incluso antes del primero de enero habían llegado barcos al puerto, que estaban esperando que cambiara el año para desembarcar la leche. En los primeros 7 días de 2019, ya se había agotado el 25% del contingente de Estados Unidos. Primero, por la expectativa del fenómeno de El Niño, y segundo, por aprovechar el bajo precio de la leche”, detalló.
En efecto, el año pasado concluyó con un precio relativamente bajo por cada tonelada: USD 2.674 (leche en polvo entera) y USD 2.042 (descremada). Si bien este valor ha subido en lo corrido de 2019, promediando USD 2.883 y USD 2.430 respectivamente, y la tasa de cambio ha estado relativamente alta ($3.079), la industria no ha desaprovechado la oportunidad para comprar.
“Si la leche que llega es más barata, los industriales le echan mano de una vez y no esperan a que se acabe el cupo, pues se encarece. Por eso, en apenas 2 meses, el cupo de Estados Unidos se agotó y el de la Unión Europea ya va en 60%”, dijo.
También atribuyó el rápido consumo al bajo inventario con el cual cerró el 2018, que fue de 10 mil 894 t de leche en polvo, mientras que el 2017 terminó con 18 mil. (Lea: En enero entraron más de 10 mil toneladas de leche en polvo sin pagar arancel)
De acuerdo con sus proyecciones, este año podría concluir con más de 55 mil toneladas importadas de derivados lácteos, una cifra cercana a las 58 mil 227 t de 2016, cuando el país también estuvo afectado por el fenómeno de El Niño.
No obstante, para Cubillos es claro que a medida que avance el tiempo y se llegue a la eliminación total de aranceles prevista para 2027 (EE.UU.) y 2028 (UE), las compras en el exterior seguirán en aumento.