En Colombia el 97 % de la población tiene acceso a cobertura eléctrica. La academia y organizaciones internacionales cooperan en el avance de las llamadas ‘transiciones energéticas’. Cocinar, transportarse, refrigerar alimentos y hasta conectarse a Internet, son actividades de la vida cotidiana que están determinadas por un elemento común: la energía. (Lea: Los beneficios de las energías limpias en el campo) Históricamente, esta fuente básica de desarrollo ha transitado por energéticos que van desde la biomasa con el fuego, el carbón, el posicionamiento del petróleo como principal activo mundial, hasta la más reciente: el gas natural. Hoy hay un interés mundial por acelerar una nueva transición energética sustentada en la penetración de energías renovables como la hidráulica, la eólica y la solar. Según advierte Salvador Martín Aceves, jefe del Programa de Hidrógeno del Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore, de Estados Unidos, las sociedades de hoy están en el punto de partida de una revolución que dirige su atención a energías renovables. “El futuro es solar. Si consideramos qué energía hay disponible en este mundo, aparte de las fuentes fósiles —que causan todo tipo de problemas ambientales— la energía disponible proviene del Sol. Tenemos pocas opciones y esta es una buena alternativa”, aseguró Aceves, quien señaló también que hoy las energías renovables, en muchos casos, son la fuente más económica que existe. (Lea: Plan de Energía Rural Sostenible en el Cesar) Por su parte, Andrés Amel Arrieta, profesor titular de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, advirtió que la energía más cara que una sociedad puede tener es la que no está disponible. “Estamos en una transición energética que se va a caracterizar por la complementariedad entre la fuentes convencionales y las nuevas fuentes. Las energías renovables, sobre todo la eólica y solar, son intermitentes y fluctuantes”, dijo el coordinador del Grupo de ciencia y tecnología del gas y uso eficiente y racional de la energía, Gasure. Los retos energéticos de Colombia Según el Sistema de Información Minero Energético Colombiano, el 97 % de la población tiene acceso a cobertura eléctrica, sin embargo, hay regiones en las que persisten problemas de calidad, disponibilidad y altos costos. (Lea: Top 5 de los países que más invierten en energías renovables) Si bien el panorama es positivo frente al avance mundial, que en cobertura alcanza el 83 % según la Agencia Internacional de Energía, el país debe avanzar en la implementación de fuentes renovables y en políticas que garanticen el suministro sin interrupciones de energía eléctrica y térmica confiable, de calidad y a costos moderados. Aunque Colombia tiene un buen inventario de fuentes renovables de energía, con potencial de hidroelectricidad particularmente en la región Andina, “hoy preocupan un poco los impactos ambientales que los grandes proyectos hidroeléctricos han generado, y los efectos sicológicos que han generado los problemas sucedidos con el proyecto Hidroituango”, dijo Amel. Para Aceves, es un reto la inversión para el desarrollo tecnológico y el posicionamiento de la industria e infraestructura, sobre todo en países en desarrollo, pues los recursos para nuevas fuentes, como la solar, son escasos. ¿Cómo, a partir de una fuente de energía que solo dura la mitad del día, se puede garantizar electricidad permanente? (Lea: Modelos informáticos impulsarán el uso de energías renovables) Allí es donde Amel Arrieta encuentra el mayor problema actual: el almacenamiento. “A las universidades con conocimiento en temática energética, nos corresponde consolidar esas capacidades que dependen de la inversión estatal en ciencia y tecnología, que permita optimizar sistemas energéticos y seguir el cambio tecnológico mundial en energía”, argumentó Amel. Las posibles salidas A pesar de las ventajas en recursos renovables de Colombia, la carrera por reemplazar los combustibles fósiles enfrenta un camino largo. Por lo pronto, lo recomendado es diseñar una “canasta energética híbrida, complementaria, que dependerá de los avances tecnológicos para que unas fuentes alcancen mayor penetración e impacto”, concluyó Amel. Aceves —que en los últimos 20 años se ha dedicado al estudio del hidrógeno como combustible en vehículos automotores—, cree que una solución a mediano plazo está en acuerdos con compañías energéticas privadas, donde la sociedad compre la electricidad a un cierto precio de garantía, a cambio de que ellos hagan la inversión inicial para obtener fuentes de energía renovables. (Lea: WWF presenta petición en favor de las energías renovables) Fuente: Periódico Alma Máter.