El Invima anunció que en Colombia ya se tiene una técnica implementada y validada en laboratorio para establecer cuándo a la leche se le adiciona lactosuero.
Así mismo, en el laboratorio se pueden implementar pruebas que permiten determinar cuándo un producto tiene lactosuero en lugar de leche.
Así lo anunció el director de Alimentos y Bebidas del Invima, Carlos Robles, quien manifestó que se adelantarán 210 muestras de leche cruda para reforzar la vigilancia, control, muestreo y técnicas científicas hechas en Colombia e identificar la diferencia entre la proteína producida por la leche y la bacteria producida por el lactosuero. (Lea: Se han "satanizado" los lactosueros por su inadecuado uso)
Señaló que durante los primeros tres meses del año se tomaron 29 muestras; pero que los programas de monitoreo y toma de muestras se detuvieron por cuenta de la pandemia.
El funcionario explicó los alcances técnicos del lactosuero y la manera como desde el instituto se han venido adelantando acciones y estrategias para identificar a las empresas que adicionan lactosuero a la leche. Dijo que este es un subproducto de la leche y que, al estar presente en el líquido, es complejo identificar la molécula del lactosuero, ya que finalmente se obtuvo de la leche.
Según Robles, ante esta situación lo que se propone es que se establezca un umbral de tolerancia de esta molécula en la leche como se ha hecho en otros países como Brasil.
“Es un asunto de relevancia para nosotros. Ya iniciamos un primer monitoreo en asocio con la Superintendencia de Industria y Comercio. Lo que es ilegal, es que en Colombia y en el mundo, no está permitida la adición de lactosuero en la leche”, resaltó el funcionario. (Lea: Lactosueros, un derivado con muchos contradictores)
En Colombia, la Superintendencia de Industria y Comercio ha adelantado varias investigaciones al respecto, donde se han visto comprometidas grandes empresas que no aclaran el uso de lactosuero.
Este es el punto central de un debate que ha comenzado a resurgir acerca de la veracidad de la información que se le está dando a las personas y de los efectos en su nutrición. Aquí entran a participar representantes de diferentes sectores con diversas perspectivas respecto a este tema.
Por su parte, la directora de Red Papaz, Carolina Piñeros, manifestó que el gobierno debe exigirles a las compañías que den una información certera acerca de los componentes de sus productos, a través de un etiquetado frontal de advertencia que sea claro y honesto.
“En Colombia preocupa el aumento de la malnutrición de los niños, niñas y adolescentes, por lo que creemos necesario que se debe avanzar en el etiquetado; restringir publicidad de productos no saludables; generar entornos saludables de alimentación y un aumento de impuestos en algunos productos”, afirmó Piñeros. (Lea: Minagricultura pide vigilancia a la importaciones de lactosueros)
Es necesario que las autoridades competentes se tomen en serio esta situación y adelanten acciones pertinentes con el fin de reducir el impacto negativo a los sectores más afectados por la problemática. Hay que combatir el engaño y garantizar que los consumidores estén recibiendo bebidas de calidad, sostuvo la directiva.
Según Caracol Radio, desde la Academia Nacional de Medicina, la doctora Patricia Savino, expuso que la diferencia entre la leche y el lactosuero son amplias en casos como la cantidad de proteína, que mientras en la leche es de 3,1; en el lactosuero es de 0,8. Explicó que cuando se toman las pruebas es importante establecer la concentración y el tipo de lactosuero que se está utilizando por parte de algunas compañías.
Para Savino lo más importante y que se debe rescatar es el engaño al consumidor; puso un ejemplo sobre la mesa, que consiste en que un niño entre 6 y 9 años debe tomar 2,5 porciones de leche y de sus derivados al día y que, con un consumo de leche, se representan 7.5 gramos, en cambio si es lactosuero serían solo 2 gramos de proteína.