El IVA a la canasta familiar para buscar más recursos fiscales generaría efectos perversos en lo que respecta a la carne y a la leche pues abriría la puerta a una gran informalidad, señala Fedegán. El gremio advierte que caería el consumo per cápita formal de leche en un 22 %. Un juicioso análisis realizado por la Oficina de Planeación de Fedegán sobre el impacto que tendría el Impuesto sobre el Valor Agregado – IVA, a la canasta familiar, tendría profundas repercusiones en el mercado interno de la carne y la leche, con el agravante que genera la informalidad, la cual ha golpeado de tiempo atrás la competitividad de las cadenas cárnica y láctea. Por esta razón el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie, le pide al ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla Barrera, que evalúe en el contexto de la actividad productiva de la leche, los impactos que tendrían las normas propuestas por su Despacho, las que incluyen IVA a la totalidad de alimentos, con una tarifa del 18 % para el año 2019 y del 17% a partir de 2021. Explica el gremio cúpula de la ganadería Colombia, que el consumo aparente de leche y derivados lácteos en Colombia es hoy de 144 litros por persona al año (producción nacional + importaciones – exportaciones), pero que solo 69 litros tienen origen formal, es decir, que cumplen con los estándares sanitarios requeridos, así como las obligaciones tributarias que les corresponden. El IVA recaería, por tanto, en los 69 litros formales que hoy consume una persona al año. Fedegán estima que, por efecto del IVA propuesto por el gobierno, se reduciría este consumo en 15 litros al año, es decir, una baja de al menos 22 %, en razón a la elasticidad precio de la demanda de leche bovina en caso de afectarse el poder adquisitivo de los consumidores en 18 % como consecuencia de la nueva política tributaria. En otras palabras, el consumo formal pasaría a 54 litros al año, no solo por cuenta del aumento propio que tendría el precio de la leche y sus derivados, sino el del resto de la canasta familiar, que le obligaría a una familia a priorizar su ingreso de lo más a lo menos necesario, estando los lácteos como bienes básicos de prioridad media. Una particularidad del gasto de las familias en productos lácteos es su fácil traslado del mercado formal al informal, a diferencia de otros productos de la canasta familiar, como los medicamentos o los de cuidado personal, que no encuentran un mercado paralelo dentro de su misma cadena de valor. Los acopiadores informales por su parte, sólo pagan entre $700 y $750 pesos por litro al productor, que son precios ruina para el sector. Una baja en el año de 15 litros por persona en el consumo formal de leche implica, de acuerdo al estudio de Fedegán, que la industria lechera acopie unos 736 millones de litros menos al año, de los 3.381 millones captados en 2017. Las anteriores cifras indican que tal caída en el acopio también significa una drástica baja del precio pagado al productor. Menos acopio formal significa menos recaudo de impuestos así como la afectación de la Cuota de Fomento Ganadero y Lechero que hace parte de nuestra parafiscalidad. Desde el punto de vista social, los aumentos del precio terminan por afectar las familias de ingresos bajos y las de ingresos medio bajos, o estrato 3, con una caída en el consumo de leche formal de 26 %, que como agentes racionales simplemente buscarán adquirir productos lácteos más económicos en los mercados informales. Se fortalecerá el mercado informal Típicamente la cadena de valor lechera ha sufrido de traslado de consumidores del mercado formal al informal por cuenta de los precios altos que la industria y los agentes comercializadores colocan a la leche y sus derivados como bienes finales. La situación es más crítica al implementar una tarifa de IVA del 18 %. Lo más preocupante de todo este panorama es que las familias cuando son obligadas a entrar al mercado informal, tienden a quedarse allí y la única forma de retornarlas a los mercados formales es un alza apreciable en su nivel de ingreso y poder adquisitivo, situación contraria a la que se presenta con esta ley de financiamiento, en lo que corresponde al IVA. El presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, asevera que, del análisis expuesto, resulta necesario colegir que una implementación del IVA en los productos cárnicos y lácteos ocasionará una inmediata promoción de los mercados informales, en los que estos productos cuentan con una amplia red de canales.