A dos meses de culminar el año, en pleno invierno, el reporte de la Unidad de Seguimiento de Precios de Leche (USP) del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural reveló que el acopio sigue creciendo en comparación con el 2019, pero el pago al productor sigue a la baja.
En efecto, hasta el 31 de octubre de 2020 se superó la cifra de 2800 millones de litros de leche recolectados formalmente, un 6,8 % más que en el mismo periodo de 2019, fecha en la cual se registraron poco más de 2626 millones.
Aunque se trata de un incremento frente al año pasado, es menor de lo alcanzado en 2018, cuando en los mismos 10 meses se registraron cerca de 2880 millones. (Lea: Así se podría replicar la estrategia para incentivar la compra de papa para la leche)
Como lo anotó Óscar Cubillos Pedraza, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, en 2019 se presentaron intensas sequías que afectaron la producción de leche, mientras que 2018 fue un año normal en materia de acopio.
“La tendencia ha sido positiva comparada con el año pasado debido a un mayor nivel de lluvias, por lo que han venido acopiando más pero con un precio más bajo, para enfrentar el supuesto verano que viene para el primer trimestre de 2021”, indicó.
En efecto, a medida que han subido las compras del producto, el precio no ha tenido el mismo comportamiento, específicamente las bonificaciones voluntarias. (Lea: Más de 16 000 toneladas de leche en polvo ha acumulado la industria en 3er trimestre)
A lo largo del año, el precio nominal del litro de leche sin bonificación y con bonificación mostró incrementos: el primero pasó de $1060 en enero a $1149 en octubre, el más elevado jamás alcanzado (esto es, sin adicionales), en tanto que el segundo, de $1187 a $1220.
No obstante, el precio con bonificaciones más alto se pagó en mayo: $1267. Desde entonces, ha venido cayendo y en octubre se ubicó en un promedio de $1220. Del mismo modo, las bonificaciones pasaron de $136 por litro en mayo a $ 70, una cifra que no se veía desde marzo de 2019.
Para Cubillos, es claro que la industria ha disminuido la compensación a los productores por la sobreoferta de leche, pues frente a la abundancia esa ha sido su respuesta habitual. (Lea: Acopio al alza y precio a la baja: el primero subió más de 6 % en el 3er trimestre)
Además, en los últimos meses han acumulado cantidades importantes de leche en polvo tanto entera como descremada, lo que a juicio del experto significa que se están preparando para el verano que normalmente ocurre a finales de año y principios del siguiente.
De este modo, en lugar de incrementar el pago de bonificaciones voluntarias para captar la leche que normalmente escasea en estas fechas, las procesadoras apelarán a sus reservas para seguir comercializando el producto sin tener que incentivar a los ganaderos para que les vendan su leche.