La producción mundial de carne vacuna se mantendrá estable al cierre de este año e inicios del siguiente, aunque con variaciones para los mercados clave en los hemisferios sur y norte.
Así lo señalaron analistas de Rabobank que adelantaron que la producción total crecerá en 1.4 % y el comercio se fortalecerá gracias a la firmeza del dólar.
No obstante y de acuerdo con estimaciones del banco para el cierre de este año, la industria global de la carne de res podría ser afectada de manera negativa por la desaceleración económica, resultando esto en una contracción de la demanda.
Pese a esta perspectiva, en su análisis se indica que el mercado bovino se mantiene estable, aún frente a las presiones macroeconómicas que afectan los costos de producción, como la inflación, según lo recoge en una nota el portal ganaderia.com
Derivado de condiciones estacionales, la demanda de animales refleja una tendencia positiva, con lo que los precios por cabeza siguen en niveles favorables, logrando un equilibrio con la oferta internacional. (Lea: Tendencias de producción de carne de res en los países desarrollados para 2022)
La entidad financiera holandesa proyecta que en términos de producción, las cifras se mostrarán estancadas durante el último trimestre de 2022 y los primeros tres meses de 2023, siendo similares a las del año pasado.
Sin embargo, esto dependerá de la región, pues mientras que en Brasil, China y Australia la perspectiva es que el desempeño aumente o por lo menos sea estable, en otros países como Estados Unidos y la Unión Europea se esperan contracciones.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al cierre de este año el procesamiento global de cárnicos bovinos ascenderá hasta los 73.9 millones de toneladas, con un alza interanual de 1.4%.
En cuanto al comercio internacional, las proyecciones de Rabobank apuntan a que gracias a la fortaleza del dólar en comparación con otras divisas, la exportación de bovinos ha gozado de impulso durante los primeros nueve meses del año y se espera que dicho escenario se mantenga hasta 2023.
Por su parte el portal blasinayasociados.com recoge información de Rabobank en el sentido que es probable que EEUU, el segundo mayor importador de carne vacuna del mundo después de China, busque aún más carne en los mercados mundiales durante los próximos tres años, a medida que disminuya su propia producción nacional. (Lea: Así se está moviendo el mercado mundial de la carne y de ganado en pie)
Si bien Australia se encuentra entre los principales exportadores que podría ayudar a llenar el vacío, tendrá el desafío de encontrar volúmenes de exportación adicionales debido a sus propias limitaciones de suministro.
El informe dice que las restricciones de producción significan que los mercados internacionales tendrán dificultades para cubrir la brecha dejada por la contracción de EEUU, lo que podría conducir a un aumento en los precios mundiales de la carne bovina y la redistribución de los volúmenes comerciales.
Sin embargo, también señala que el impacto de la desaceleración de las condiciones económicas y la disminución de la confianza de los consumidores en todo el mundo pueden debilitar la demanda mundial.
En su informe Global Beef Quarterly, el banco especializado en agronegocios dijo que si bien la reducción en el tamaño del rebaño de ganado de EEUU no es nada nuevo, con números que disminuyen en lugar de aumentar en los últimos años, hasta la fecha, no ha afectado la cantidad de ganado y de carne vacuna de producción nacional que llega a los consumidores estadounidenses.
Dado que el banco pronostica que se alcanzará el punto de inflexión en 2023, se espera que eso cambie pronto. La producción de carne vacuna de EEUU debería caer un 3 %, con posibles caídas anuales del 2 % al 5 % hasta 2026.
Una ‘liquidación’ cíclica natural en el número de vacas está detrás de esta disminución, según el autor principal del informe, el analista sénior de proteínas animales de Rabobank, Angus Gidley-Baird. Agravado por los impactos de las condiciones de sequía recientes y los altos costos de alimentación, el rebaño de EEUU alcanzó su punto máximo en 2019. (Lea: Así está aumentando el precio del ganado y la carne en otras partes del mundo)
La pregunta es qué países exportadores de carne llenarán este vacío, según el experto de Rabobank. “Si bien es probable que los vecinos México y Canadá, los dos mayores proveedores de carne de res de los EE. UU., recuperen un poco, Canadá está pasando por su propia fase de liquidación de rebaños de ganado y probablemente limitado en lo que puede suministrar”, dijo.
Australia y Nueva Zelanda, el tercer y cuarto proveedor más grandes de EEUU, son las siguientes opciones lógicas. Pero la recuperación de Australia de su propia fase de liquidación de ganado vacuno se está prolongando con algunas dudas sobre si tendrá el ganado disponible para producir los mismos volúmenes que ha hecho en el pasado.
También se espera que la producción de carne vacuna de Nueva Zelanda sea limitada. Se prevé que disminuya un 4 % entre 2023 y 2025, mientras que Europa, que de todos modos no es un gran proveedor de carne de res para los EEUU, continuará registrando una disminución estructural en la producción durante ese período, según Gidley-Baird.